Un duro golpe que aún resiente fue el que recibió el sector gastronómico del país producto de la pandemia, uno de los más afectados tras el arribo del covid-19 y las duras medidas para restringir la movilidad en todo el territorio nacional que trajo consigo.
Fueron meses de cortinas abajo, nulas ventas y numerosas quiebras las que se registraron en dicha industria durante los períodos más duros de restricciones y, por lo mismo, cuando las medidas se relajaron, fueron varios los municipios que decidieron echar una mano al prestar sus calles y veredas para que restaurantes puedan operan con improvisadas "terrazas", dado que el riesgo de contagios les impedía atender al interior de sus locales.
Claro, todo con aforos reducidos y la exigencia a clientes del pase de movilidad,
pero dando algo de oxígeno a un sector moribundo.
De eso, ya ha pasado tiempo. Las restricciones no existen y los restaurantes pueden operar con completa libertad al interior de sus espacios, sin embargo, aún se mantienen zonas gastronómicas en la capital en las que estas improvisadas terrazas iniciales ya se han transformada en una postal normal, y las quejas han comenzado a asomar.
"Será posible que alguna autoridad municipal nos pueda informar en base a qué normas se sigue autorizando el uso de veredas, y en algunos casos de parte de calzadas o calles, a todo tipo de restaurantes en determinados sectores de la ciudad, con las consecuentes molestias de peatones y automovilistas", escribió en una carta al director de El Mercurio el abogado José Manuel Urenda.
En esa línea, apuntó al "el inmenso 'patio de comidas' que se ha formado en Isidora Goyenechea (...) es lamentable y solo comparable a las cocinerías del centro de la capital".
Por el mismo medio, retrucó el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo. "Si bien se trata de una medida que se aplicó para apoyar la reactivación del sector en medio de la pandemia (...), lo cierto es que se trata de una iniciativa que ha tenido una excelente recepción de la población desde su implementación".
Por lo mismo, Picallo defendió la medida señalando que "en los lugares donde se ha extendido, se hace de forma ordenada, cumpliendo con la normativa y para lo cual los locales de comida pagan un permiso de uso de esos espacios”.
Pero, más allá de las distintas posturas, ¿en qué están los permisos municipales al respecto? En Vitacura ya no existen, desde Las Condes adelantaron a Emol que no los renovarán, mientras que otro puñado de comunas capitalinas afirma que analizará "caso a caso".
Las Condes
Desde la Municipalidad de Las Condes, liderada por Daniela Peñaloza, sostuvieron que "como municipio apoyamos a los emprendedores durante la pandemia, ya que tuvieron muchas pérdidas", recalcando que "una de las medidas que se tomó fue utilizar el espacio público para que pudiesen tener mayor distanciamiento entre los clientes. Sin embargo, este 31 de mayo se concluye el permiso precario que el municipio les otorgó durante un periodo de dos años".
"Dado lo anterior, los locales deben volver a sus espacios establecidos sacando mesas, sillas y toldos de la calle Isidora Goyenechea”, añadió el municipio.
"Queremos transformar este sector en un nuevo paseo gastronómico y cultural de Las Condes, por eso, se comenzará con un trabajo participativo entre los vecinos y los locatarios del sector, para poder establecer un nuevo lugar de encuentro para la comuna", agregaron.
Santiago
Según la Municipalidad de Santiago, en esta materia existen 694 permisos vigentes y, en lo que va de 2023, se registran 51 denuncias a la ordenanza que regula el uso del espacio público en la comuna y que desde el año 2020 fue flexibilizada atendiendo la crisis económica derivada de la pandemia.
Sebastián Fuentes, coordinador del Departamento de Espacios Públicos, de la Municipalidad de Santiago –alcaldía liderada por Irací Hassler (PC)- indicó que el departamento "se encuentra elaborando un plan para el ordenamiento de las terrazas en el Espacio Público, teniendo a la vista que ya no se encuentran vigentes las medidas de distanciamiento físico ni el plan Paso a Paso".
En ese sentido, añadió que "se propondrán medidas como ir poniendo término progresivamente a los permisos de ocupación de calzada o restringirlos en su uso los fines de semana. Se evaluarán progresivamente las autorizaciones a locales que no colinden con la vía pública, como por ejemplo las galerías comerciales".
Además, añadió que "se estudiarán caso a caso los locales que cuentan actualmente con permiso, pero que han sido identificados en otros incumplimientos o denuncias por parte de vecinos. Finalmente se pondrá énfasis en el mejoramiento del mobiliario utilizado, con campañas informativas, estableciendo plazos de regulación".
"Dentro de esta propuesta que deberá ser analizada antes que termine el primer semestre de 2023, se incluirán como prioridad el Centro Histórico, Paseos Peatonales, Barrios Lastarria-Bellas Artes, Brasil-Yungay y Paseo Bulnes", completó.
Vitacura
Por su parte, la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino (Evópoli), sostuvo que en el marco de la pandemia, la entidad comunal "autorizó de manera extraordinaria a los restaurantes a utilizar espacios para sus mesas en el exterior. Esto llegó hasta el año pasado", dijo.
"Para nosotros, era clave, que los restaurantes y emprendedores no quebraran; y sabemos que esta ayuda tuvo impactos positivos en un momento tan complejo. Ahora que hemos vuelto a la normalidad, también es importante contar con espacios públicos ordenados, como esperan nuestros vecinos."
Alcaldesa de Vitacura, Camila Merino
La jefa comunal puso el acento en el orden que deben tener estos comerciantes en el espacio público. "Para nosotros, era clave, que los restaurantes y emprendedores no quebraran; y sabemos que esta ayuda tuvo impactos positivos en un momento tan complejo. Ahora que hemos vuelto a la normalidad, también es importante contar con espacios públicos ordenados, como esperan nuestros vecinos", sostuvo.
Providencia
En tanto, desde Providencia, la administradora municipal Carol Vargas, comentó que "haciendo un análisis, para nosotros la experiencia ha tenido puntos positivos como negativos. Por ejemplo, en sectores como el Barrio Italia y Manuel Montt, tanto los locatarios como los asistentes están bastante conformes".
"Los restaurantes han aumentado sus ventas y los visitantes valoran comer al aire libre ya que les da una nueva experiencia gastronómica", añadió, mientras que "lo negativo de las terrazas es que en algunos sectores se ha instalado comercio ambulante y se ha generado aglomeración de persona".
"Como Municipalidad, siempre estamos poniendo en la balanza que este tipo de iniciativas sean acorde a la calidad de vida de nuestros vecinos, por lo que los equipos municipales siempre están alerta ante algún tipo de incivilidades o situaciones que atenten con el buen vivir. Nuestra prioridad siempre es el bienestar de los vecinos de Providencia”, acotó.
Gremio defiende "terrazas"
Emol contactó a Máximo Picallo, presidente de Achiga, quien no mira con buenos ojos que los restaurantes en terrazas y calles de la capital comiencen a llegar a su fin. "Nos parece que esto en general ha sido súper bien recibido y lo que creo que hay que hacer es ordenarlo", dijo.
"Si bien la municipalidad siempre tiene que dejar espacio de circulación de los peatones y espacio de circulación para los autos, yo creo que podemos hacer las tres cosas", recalcó. En ese sentido, aseguró que los restaurantes han concretado importantes inversiones para mantener esas "terrazas", por lo que advierte que con su desaparición se perderá dinero y empleos.
"Cuando un restaurante tiene una terraza puede aumentar hasta un 25% el número de trabajadores que requiere", cerró.
