En vísperas de las celebraciones del Dieciocho XL, el aguinaldo de Fiestas Patrias se posiciona como un elemento crucial para estimular la productividad y fortalecer la relación entre trabajadores y empresas. Aunque el aguinaldo no es obligatorio en el sector privado, diversas compañías han incorporado esta gratificación como un gesto de reconocimiento hacia sus colaboradores, impactando positivamente en el ambiente laboral.
Con la llegada del fin de semana largo y el martes 19 de celebración nacional en el horizonte, la contribución monetaria otorgada a los trabajadores actúa como un salvavidas financiero para afrontar los gastos extras que suelen surgir durante estas festividades. Más allá del monto en sí, este estímulo económico ejerce un papel de motivación, fomentando la moral y la cohesión entre los colaboradores.
Como dato curioso, la ley N°21.526 es la que regula el beneficio del aguinaldo para los trabajadores del sector público, mientras que en el sector privado su otorgamiento depende de lo estipulado en los contratos laborales. En concreto, esta práctica se ha arraigado en muchas organizaciones como una forma de apoyar a los empleados durante las festividades patrias.
Desde Mandomedio, aseguran que en este contexto, esta gratificación adquiere un rol crucial al ayudar a los trabajadores afrontar los gastos adicionales que surgen en estas fechas. Sin importar la cantidad, el aguinaldo ejerce también como incentivo para los colaboradores, reforzando su conexión con la empresa.
Rodrigo Correa, psicólogo laboral y gerente en Mandomedio, subraya que estas ocasiones constituyen auténticos reconocimientos hacia los colaboradores, permitiéndoles sentirse valorados por sus esfuerzos diarios. Además, estas experiencias motivan a los empleados a colaborar en equipo para alcanzar metas compartidas.
La forma en que se otorgue el aguinaldo, ya sea en forma de dinero, gift cards o cajas de mercadería, imparte valor al trabajador y potencia su compromiso. El especialista señala que entregar este beneficio refuerza la cultura organizacional y brinda a los empleados un mensaje efectivo que los hace sentir reconocidos y valorados.
A diferencia de la percepción común, tanto el aguinaldo como las celebraciones en el entorno laboral pueden ser poderosos catalizadores de la productividad, aseguró Correa. Aunque involucran tiempo de no trabajo, estas instancias propician la construcción de relaciones entre compañeros y jefes, mejorando la dinámica laboral y fomentando un sentido de pertenencia.
Por otro lado, el gerente en Mandomedio destacó que el descanso proporcionado por estas festividades puede tener un impacto significativo en el rendimiento laboral. "Disfrutar de unos días de asueto permite que el colaborador descanse, comparta momentos con su familia y amigos, y recargue energías", afirma Correa.
Sin embargo, el experto indicó que es importante destacar que estas actividades deben ser planificadas y genuinas, evitando que se realicen por mera obligación. Cuando estas iniciativas se llevan a cabo únicamente por cumplir una cuota, los empleados lo perciben y ello puede tener un efecto contraproducente, comenta el psicólogo laboral.
En última instancia, Rodrigo Correa enfatizó en que la productividad no radica únicamente en las horas trabajadas, sino en la forma en que se gestiona el trabajo. Esta gestión está estrechamente ligada a la definición de objetivos claros y al logro de metas establecidas, lo que finalmente contribuye al éxito tanto de los empleados como de las empresas.