Costa Rica, que está teniendo desde junio tasas de inflación negativas, es el único país de la OCDE que se encuentra en esa situación, y en agosto la brecha se amplió todavía más.
Los precios en variación interanual cayeron un 3,3% en agosto en Costa Rica, después del 2,3% en julio (y del 1% en junio), mientras que en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el incremento pasó del 5,9% en julio al 6,4% en agosto.
Los datos publicados este martes por la OCDE pone en evidencia la evolución a contracorriente de Costa Rica, que un año antes, en agosto de 2022, cuando se hacían sentir de lleno los efectos de la invasión rusa de Ucrania, tenía una tasa de inflación del 12,1%, superior a la de la propia OCDE entonces (10,3%).
Los números de Costa Rica constrastan con los de otros países latinoamericanos fuera de la OCDE, como el caso extremo de Argentina, con un registro del 124,4% en agosto, luego de haber registrado 113,4% en julio.