Este miércoles la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar la reforma de pensiones con 84 votos a favor, 64 en contra y 3 abstenciones.
La iniciativa, no obstante, llegará a su próximo trámite, en la Comisión de Trabajo del Senado, despojada de aspectos que el Gobierno consideraba claves. Y es que en la votación en particular se desecharon la distribución del 6% en 3 puntos para capitalización individual y 3 puntos para reparto; la creación de un Inversor Estatal Previsional (IPE); y la licitación del stock de afiliados, que se perfilaba como uno de los aspecto problemáticos según varios expertos; entre otros.
Los esfuerzos del Ejecutivo, en consecuencia, apuntarán en dos direcciones. Por un lado deberá evaluar qué modificaciones introducirá a la iniciativa para concitar apoyos que le permitan seguir avanzando. Por otro, tendrá que sondear a aquellos parlamentarios de oposición que puedan ser más sensibles a sus propuestas y que, como resultado, ayuden a inclinar la balanza a su favor.
Mayorías y control de la oposición
La tarea no parece fácil. En primer lugar, por la composición de la Cámara Alta. De un total de 50 senadores, Chile Vamos cuenta con 23, los que, sumados al Partido Republicano, dan un total de 25 parlamentarios en la derecha.
A ellos se deben añadir, también en la oposición, 2 senadores de Demócratas: Matías Walker y Ximena Rincón, quienes congelaron su relación con el Gobierno tras la intervención en la que el diputado Diego Ibáñez (CS) acusó de conflicto de interés a la ex ministra en medio de la discusión y llamó a los militantes de la tienda a no alinearse con ella. El oficialismo, por su parte, ostenta 18 parlamentarios, mientras que entre los independientes y DC suman 5. En este contexto, el Ejecutivo tiene en frente a 27 legisladores que rechazaría, al menos, lo que se presentó en la Cámara.
Pero las dificultades para la reforma del Gobierno no solo se manifiestan a nivel del hemiciclo. Esto, porque la Comisión de Trabajo -donde la iniciativa enfrentará su primera prueba- estará, a partir de marzo, con una mayoría conformada por Chile Vamos. De este modo, la oposición contaría con Ivan Moreirá (UDI) en la presidencia, Rodrigo Galilea (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evo). Por el oficialismo, en tanto, estarían Loreto Carvajal (PPD) y Gastón Saveedra (PS).
La conformación de las fuerzas políticas en el Senado cobra especial relevancia si se toma en cuenta que, en la Cámara de Diputados, Chile Vamos y Republicanos votaron en bloque en contra de la idea de legislar la propuesta del Ejecutivo. Y que su postura siempre se mostró firme en relación al destino del 6% de cotización adicional; la totalidad del porcentaje, señalaron siempre, a las cuentas individuales.
Así, la presidencia de Moreira en la Comisión de Trabajo, además de permitir a la UDI manejar los tiempos y establecer ciertas prioridades a la hora de discutir la reforma, intentaría replicar, en cierta medida, la actitud que la derecha mostró en la Cámara. "Como oposición, nosotros vamos a defender lo actuado con conciencia y con valentía por nuestros diputados de oposición en el Congreso. Y tenemos los argumentos, la altura de miras, de que con los ahorros previsionales no se juega", señaló Moreira.
Asimismo, agregó que "el dueño de esta reforma ideológica es el Partico Comunista, y el gran derrotado es él, porque todas estas fórmulas en el mundo han fracasado (...) No vamos a aceptar, bajo ningún punto de vista, ni amenazas ni presiones".
Desde el oficialismo, en tanto -y también en relación al trabajo que tendrá la comisión con la reforma-, el senador Gastón Saavedrá indicó que "tenemos que generar un ambiente de debate colaborativo y, al mismo tiempo, de consensos, para entender que se trata de legislar mejores pensiones para los chilenos".
Añadió, además, que "hay espacios (para hacer mejoras al proyecto) y tenemos que disponernos a la búsqueda de acuerdos. Ya no da para más. Hay una situación inconclusa, que espera ser resuelta, porque se está juntando descontento".
Walker y Rincón: Votos claves congelados
Antes de la votación de la reforma previsional en la Cámara de Diputados, diversos personeros de Gobierno hicieron cuidadosos acercamientos hacia los parlamentarios de Demócratas. ¿El objetivo? Reunir apoyo para algunos aspectos claves. Todo eso se derrumbó, sin embargo, luego de un incendiario discurso del diputado Diego Ibáñez (CS). En su alocución, el presidente de Convergencia Social llamó a los militantes de la tienda a no dejarse iluminar "por la senadora Ximena Rincón, ex directora de AFP Provida. Ustedes no tienen conflicto de interés y el Gobierno sí acogió su propuesta de 3 y 3".
Y si bien desde Demócratas votaron a favor de la idea de legislar, anunciaron que sus relaciones con el Gobierno quedarían congeladas, al menos, hasta que el Ejecutivo se disculpe. "Hacemos hincapié en que son epítetos expresados por quien dirige el partido del Presidente Gabriel Boric, por lo que creemos que es necesario que el Gobierno exprese disculpas públicas", señaló la tienda a través de una declaración.
La senadora Rincón, por su parte, recalcó, en entrevista con Radio Universo, que "creo que lo que hace el señor Ibáñez es de una tontera suprema y sin ninguna conciencia del costo para una reforma que le importa al Gobierno. Y si fuera una buena reforma, no hubiera tenido el nivel de discusión que tuvo esta reforma en particular".
De esta manera, el Gobierno comenzó con el pie izquierdo su acercamiento hacia los senadores de Demócratas, cuyos votos serán visagra si quiere lograr algún acuerdo amplio en la Cámara Alta.
Pero esa no es la dificultad que la ministra Jara tendrá que enfrentar para atraer el apoyo de los ex DC en un eventual acuerdo. Y es que los senadores han sido enfáticos, además, en señalar que buscarán un incremento en el porcentaje de cotización para las cuentas individuales. "Junto a la senadora Rincón, y en coordinación con nuestros diputados, vamos a insistir en la propuesta original de Demócratas; más ahorro a las cuentas individuales, un 4,2%, y un 1,8% para financiar un seguro de longevidad", señaló el senador Walker.
Los "díscolos" de la derecha
Una de las posibilidades que el Gobierno pudiese evaluar para reunir apoyos que le permitan que la reforma siga avanzando es el acercamiento hacia los parlamentarios denominados como "díscolos" en la oposición. Entre ellos es posible considerar al senador Manuel José Ossandón (RN), quien siempre ha sido visto como un parlamentario más bien reticente a muchas de las ideas económicas que predominan en su sector.
"Si yo gano más, parte de lo que ahorro podría ser a un fondo solidario para gente que gane menos. Eso lo comparto", dijo el parlamentario en una entrevista para la web del Senado a fines de 2022.
Otros senadores por cuyo apoyo podría ir el Gobierno, son los independientes, pro oposición, Juan Castro y Alejandro Kusanovic. Ambos son más bien cercanos a RN. Sin embargo, al no militar, cuentan con más libertad de acción a la hora de votar.
Castro cuenta con un antecedente clave. Y es que en 2020, vivió un round con el Gobierno de Sebastián Piñera debido a los retiros de los fondos de pensiones. "Como mensaje para los ministros y colegas de Chile Vamos -anunció en esa oportunidad en Cooperativa- les digo que no acepto, ni presiones, ni consejos. Yo lo tengo definido, es un tema muy importante para el país, tengo claro cuál es mi responsabilidad como senador, tengo claro de dónde vengo y por lo tanto no voy a aceptar consejos o presiones de nadie que pretenda un cambio a mi decisión".