Esta mañana la Superintendencia de Salud anunció que fijó en 7,4% el tope del alza que podrán aplicar las isapres a sus planes de salud a partir de marzo, según el Índice de Costos de la Salud (ICSA). Esto deberá ser justificado por cada aseguradora para que la autoridad la aprueba.
Se trata de un techo que es casi tres veces mayor al establecido el año pasado de 2,6%, y mayor al que anticipaban las mismas aseguradoras e incluso los parlamentarios que han tramitado las iniciativas que buscan paliar la compleja situación financiera que enfrenta la industria producto de los fallos de la Corte Suprema.
Al respecto, el gremio Isapres de Chile, a través de un comunicado, señaló que "el incremento de costos está explicado casi en su totalidad por el mayor requerimiento de atenciones de parte de los pacientes. Esta mayor intensidad en el uso se evidencia, por ejemplo, en las atenciones oncológicas de radioterapia y quimioterapia, que aumentaron 43% en relación con 2022, seguidas por prestaciones de las áreas de endocrinología (35%), anestesia (22%), neurología (18%) y cardiología (14%), entre otras".
Indicó también, en ese sentido, que "durante 2023 cada beneficiario del sistema Isapre recibió, en promedio, 26 atenciones de salud, lo cual constituye un aumento comparado con las 24 prestaciones por persona que fueron bonificadas en 2022".
Las aseguradoras, además, sostuvieron que "el ICSA recoge la variación interanual en el uso de atenciones y prestaciones. Por ende, se hace cargo, únicamente, del aumento anual de costos en el sistema y no aborda la crisis que afecta al sector por efecto de una serie de sentencias judiciales".
"Mientras esto no sea corregido a través de una ley que restablezca el equilibrio financiero -añadieron- el sector enfrentará un incierto y complejo escenario operacional".