Las condiciones climáticas en los principales países exportadores de aceite de oliva como España y Australia han reducido, durante los últimos años, la oferta de este producto.
El impacto ha sido tan significativo que desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España informaron sobre una disminución del 34% en las exportaciones de este producto, alcanzando un total de 719.808 toneladas en su última campaña. El antecedente es fundamental, pues marca la primera vez que el país registra un volumen de exportación por debajo del millón de toneladas.
"En 2023, la producción mediterránea de aceite tuvo una primavera extremadamente húmeda, lo que hizo que los olivos florecieran menos y el calor récord del verano marchitó las aceitunas que crecieron, agudizando el problema" explica Francisco Gana, jefe del Departamento de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).
Por su parte, Australia, ya confirmó que las proyecciones no son buenas para este 2024; se prevé una fuerte caída en la cosecha, respecto al periodo anterior, estimada entre 18 y 19 millones de litros.
La situación, crítica para otros países, ha sido beneficiosa para Chile. Y es que ante la disminución de la oferta, nuestro país ha aumentado fuertemente el monto exportado.
"Efectivamente en los últimos años se ve un aumento en la exportación de aceite de oliva tanto en volumen como en valor" dice Andrea García, directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
Monto exportado crece 62% en un año
Al menos desde 2022 la situación para la industria en Chile ha ido mejorando notoriamente. Y es que ese año -segpun información de la SNA- el monto exportado en aceite de oliva desde Chile fue de US$70,1 millones, mientras que en 2023 alcanzó los US$118,4 millones. Esto implica un variación de un 69%.
Las cifras, al hacer la comparación con los que va de 2024, también son positivas. Si entre enero y febrero de 2023 los montos exportados de aceite de oliva llegaron a los US$7,3 millones, en el mismo periódo, pero de 2024, alcanzaron los US$11,9 millones, es decir, un aumentó de un 62%.
En términos de volúmenes exportados, según las cifras de la SNA, esto fueron de 1.340.340 Kg. en 2023, mientras que de 1.417.608 en 2024. Todo entre enero y febrero. El alza, en este ítem, alcanza el 6%.
"Chile es un país predominantemente exportador de aceite y la disminución de la oferta mundial, ha generado mayor demanda y principalmente mayores precios", dice José Miguel Arnaiz, gerente de produccion de Ízaro, empresa productora de aceite de oliva.
Así, agrega que "esta condición se mantendrá hasta que se normalice la oferta, que podría ser la temporada siguiente en que proyectan condiciones climáticas favorables, y la entrada en producción de nueva superficie".
Desde la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en tanto, Andrea García, indica que "vale la pena destacar que en la modernización del acuerdo con la Unión Europea se acordó el establecimiento de una cuota libre de arancel para las exportaciones chilenas de aceite de oliva al mercado europeo, la que alcanza a las 11.000 toneladas por año".
"Esto es particularmente relevante, considerando que el mercado europeo es uno de los más importantes para este producto, representando un 50% de las importaciones de aceite de oliva a nivel mundial. La modernización del acuerdo se firmó en diciembre de 2023 y aún debe ser ratificado por el Congreso", puntualiza.
Japón como mercado estratégico
Japón se ha convertido en un mercado estratégico para Chile en cuanto al aceite de oliva. Y es que es una de las naciones que más consume, con casi 36 mil toneladas de este producto exportado en 2022.
El Embajador de Chile en Japón, Ricardo Rojas, señala al respecto que "Hoy si bien se enfrenta una crisis global en la producción de aceite de oliva, esto ha servido como una oportunidad para resaltar la resiliencia y calidad del aceite chileno. Frente a esta adversidad, Chile se ha convertido en un referente de calidad para el mercado gourmet internacional, especialmente en Japón".
Asimismo, indica que "la capacidad de adaptación, sumada a las condiciones climáticas, en especial del Desierto de Atacama, posicionan este producto en un lugar privilegiado en el escenario mundial".
En este contexto, medianos y pequeños productores nacionales ya han recibido reconocimientos mundiales por este producto, donde destacan marcas como ICONO By More, la cual ha estado presente desde el 2013 en el mercado nipón, y ya cuenta con más de 12 medallas de oro, premiado como el mejor aceite de Latinoamérica, y el segundo aceite de oliva más consumido en Japón.
Mirando hacia el futuro, el embajador Ricardo Rojas explica que, como entidad gubernamental, espera se puedan profundizar y abrir nuevas estrategias de comercialización para productores nacionales.
En esa línea, explica que "estamos conscientes de la oportunidad que la crisis global del aceite de oliva presenta para Chile. Nuestra visión se extiende a innovar y expandir nuestro alcance. El aceite de oliva chileno no solo tiene el potencial de liderar en mercados como el japonés, sino también de convertirse en un emblema de nuestro país, demostrando al mundo la riqueza y diversidad de nuestra agricultura".