Cristián ArriagadaCofundador de YouniqueEl biohacking (hackeo de la biología) y la medicina de precisión están revolucionando el mundo de la salud, y en Chile, una nueva apuesta busca posicionarse como líder en este ámbito.
Se trata de Younique. Un centro dedicado a optimizar la salud de las personas a través de tratamientos personalizados que no solo buscan prevenir enfermedades, sino también mejorar la calidad de vida de quienes buscan un bienestar integral.
En concreto se trata del primer centro de longevidad del país que busca tratar "pacientes sanos".
La idea de crear este centro surgió hace más de tres años en una conversación entre Juan Pablo Lería, fundador de Balthus y Youtopia, y su socio, Alejandro Conejero.
Ambos compartían la inquietud de alejar la medicina de su enfoque tradicional de tratar enfermedades y llevarla a un terreno más cercano y preventivo, donde la personalización fuera clave. Este concepto los llevó a desarrollar un negocio que combina ciencia y tecnología avanzada.
En una nueva edición de Lo pensó/lo hizo de Emol, Cristián Arriagada cuenta en profundidad la historia de Younique, sus desafíos, su misión y los pasos clave que han llevado a esta empresa a redefinir lo que entendemos por bienestar en el siglo XXI.
Younique es un centro de biohacking y medicina de precisión que busca optimizar la salud y bienestar de las personas mediante tratamientos personalizados, mejorando la calidad de vida y previniendo enfermedades.
La idea surgió hace más de tres años en una conversación con Juan Pablo Lería, fundador de Balthus y Youtopia. Queríamos desarrollar una propuesta que sacara a la medicina de las clínicas y de un rol de solo tratar enfermedades y la llevara a un lugar más cercano y amable donde se pudiera abordar la optimización y la prevención de problemas de manera personalizada.
El capital inicial fue aportado en un porcentaje por Youtopia y otro por mi socio Alejandro Conejero y yo a través de Made. A los tres meses de operación, ya podemos financiar el negocio con ingresos propios.
Es un modelo de servicios de salud especializado, donde ofrecemos servicios y tratamientos basados en los últimos avances científicos. La idea es empoderar a las personas en su propio bienestar e incentivar la recurrencia mediante servicios como drips (terapia de suplementación intravenosa) y tecnología de bienestar como crioterapia y terapia infrarroja.
Apuntamos a distintos segmentos y, por lo tanto, necesidades. Sin embargo, la mayor parte de nuestro segmento objetivo son personas entre los 45 y 65 años que buscan optimizar su bienestar físico y mental mediante soluciones personalizadas. Tienen un conocimiento al menos básico sobre la salud, y algunos de ellos ya incorporan hábitos saludables en su día a día.
En Chile, aún no existen centros de Biohacking, pero competimos en ciertas categorías con clínicas de salud preventiva y medicina funcional.
1. Creación de un equipo médico especializado.
2. Desarrollo de tratamientos innovadores.
3. Inversión en tecnología de vanguardia.
El desafío más grande es mantenerse al día con los cambios e innovaciones que aparecen día a día en esta área, además de ser capaces de bajar la información para que sea útil para las personas.
Pasar a una medicina 3.0, donde el objetivo ya no es tratar enfermedades sino lograr que las personas vivan mejor y más tiempo, optimizando su salud con tecnología avanzada y medicina personalizada.
Dependencia de tecnologías avanzadas y cambios regulatorios en medicina de precisión.
El mercado de salud preventiva y bienestar en América Latina, comenzando por Chile.
Admiro a personas resilientes que se atreven a desafiar al sistema y hacer cosas que mejoran la calidad de vida de las personas. Tengo la suerte de tener muchos amigos en esa línea, cómo José Antonio Berrios de Broota e Ignacio Canals de Galgo.
Me encantaría poder crecer en Latam con el modelo de Younique y progresivamente sacar a las personas de la medicina tradicional actual. Me gusta la idea de ser disruptivo e innovador en un área donde en general hay mucho miedo a romper la inercia.
Me gusta mucho Cornershop en su modelo original. Creo que supo leer muy bien una necesidad y logró acercar la tecnología a las personas para simplificar la vida.
Personalmente creo que sí, y lo digo más desde un lugar del desafío que desde el punto de vista económico. Creo que las oportunidades para agregarle valor a la vida de las personas en salud es enorme y la necesidad solo va a seguir creciendo. Me gusta el consumidor local, que cada vez está más informado y es más activo en su propio bienestar.
Por el momento creo que ninguno de los dos. No hay incentivos ni la capacidad hoy en el sistema público para avanzar a un modelo distinto de medicina por la carga de enfermedad que ya existe. El desafío es hacer esto de manera sistematizada para poder demostrar resultados y así obligar a los actores públicos y privados en salud a avanzar en esta línea.