Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
EFE
WASHINGTON.- En respuesta a las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos hacia China, el país asiático publicó el viernes un lista de posibles aranceles que podría aplicar a las importaciones de productos estadounidenses por el valor de US$3 mil millones.
"China no tiene en absoluto miedo a una guerra comercial", había advertido el ministerio de Comercio chino.
Y es que la intención del Gobierno de Trump de imponer aranceles a las importaciones procedentes de China por el valor de US$60 mil millones, gatillado por el supuesto robo de derechos de propiedad intelectual, provocó dicha amenaza de Beijing de hacer lo propio con las estadounidenses.
Ante esto, el secretario del Tesoro de EE.UU.,
Steven Mnuchin, alzó la voz y aseguró hoy que el Presidente Trump tampoco tiene miedo a una posible pugna comercial con China.
"Vamos a proceder con nuestras tarifas. Como dijo el Presidente Trump, no tememos una guerra comercial, pero ese no es nuestro objetivo", indicó en declaraciones a la cadena estadounidense Fox.
Además, pese a las advertencias tanto a nivel nacional como internacional, E.E.U.U. decidió imponer gravámenes del 25 % a las importaciones de acero y del 10 % a las de aluminio con el objetivo de proteger la industria doméstica.
Así, el titular del Tesoro del país norteamericano sostuvo que la administración seguiría adelante con los aranceles al acero y al aluminio, aunque reconoció que las medidas contra China
"estaban sujetas a negociación".
"Estamos procediendo con estos aranceles a menos que tengamos un acuerdo aceptable y que el Presidente de su aprobación", agregó Mnuchin.
Países fuera de las medidas comerciales
Hasta ahora, Trump ha decidido dejar fuera de las medidas comerciales a sus socios norteamericanos -Canadá y México-, así como a los países de la Unión Europea (UE), a Australia, Corea del Sur, Brasil y Argentina.
Por otro lado, Mnuchin señaló que no espera ver un gran impacto en la economía después de la entrada en vigor de las controvertidas tarifas proteccionistas.
"No espero ver un gran impacto en la economía. Pero nuevamente, creo que lo que estamos haciendo es, a largo plazo, muy bueno para la economía", manifestó.
A pesar de este comentario, la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y China desató el viernes el temor en los mercados en todo el mundo, aunque las bolsas europeas y Wall Street resistieron mejor el envite que las asiáticas y cerraron con pérdidas no superiores al 2 %.
Por su parte, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, registró una pérdida semanal de más de 1,400 puntos, es decir, de un 5,7 %, y se situó a la altura de noviembre de 2017.