El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, en China.
Reuters
SHANGHÁI.- China y Estados Unidos iniciaron esta jornada una nueva ronda de negociaciones diplomáticas para tratar de acercar posturas en materia arancelaria y comercial y frenar así una posible "guerra comercial" entre ambos países.
Una delegación de funcionarios estadounidenses encabezada por el secretario de Comercio, Wilbur Ross, comenzó hoy las negociaciones con el gobierno chino para tratar de reducir las tensiones que en los últimos días han vuelto a florecer.
Esta es la tercera ronda de unas conversaciones que comenzaron a finales de abril en Pekín después de la escalada de tensión que se vivió por el sucesivo anuncio de imposición de aranceles a productos importados.
La segunda ronda se celebró en Washington, con equipos de negociación liderados por el viceprimer ministro económico chino, Liu He, y el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, y concluyó con un acuerdo con el que se ponía "en suspenso" la "guerra comercial".
Estados Unidos suspendió la posible imposición de aranceles por valor de 15 mil millones de dólares a cientos de productos chinos por temas de propiedad intelectual, mientras que china se comprometió a aumentar "significativamente" sus compras de bienes y servicios de Estados Unidos para equilibrar la balanza comercial.
Pese al acercamiento de posturas, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó no estar "satisfecho" con lo acordado.
Así, este martes la administración de Trump informó de que impondrá un arancel del 25 %, por un valor de 50 mil millones de dólares, a las importaciones chinas que contengan tecnología industrial que Washington considere que violan la normativa de propiedad intelectual.
El Gobierno chino respondió a esta decisión asegurando que va "en contra del consenso alcanzado por ambas partes durante las negociaciones mantenidas".
En esta tercera ronda de consultas es el titular de Comercio quien liderará las negociaciones por parte del país norteamericano y quien tratará de volver a reducir las tensiones.
Según avanzó el miércoles la Cámara de Comercio de EE.UU. en Pekín (Amcham, por su acrónimo en inglés), en esta ocasión se abordarán, entre otras cuestiones, temas relacionados con el sector agrícola.
La organización -representante del tejido empresarial estadounidense en este país asiático- destacó que amenazar con la imposición de aranceles es "una táctica de negociación útil y poderosa" y que gracias a ella "China se ha sentado en la mesa de negociación de la forma más seria en que lo había hecho nunca".
En una rueda de prensa, vocera del ministerio de Exteriores, Hua Chunying, dijo esta semana que espera que la delegación estadounidense trabaje conjuntamente con la suya para "implementar el consenso al que han llegado" en las negociaciones.
"Esperamos que Estados Unidos trabaje junto a nosotros para implementar el consenso que hemos alcanzado y así poder dar más buenas noticias y más beneficios para la comunidad empresarial de las dos partes", apuntó la funcionaria.
China anunció ayer que recortará los aranceles a la importación de varios bienes de consumo como ropa, cosmética, electrodomésticos y productos deportivos, una decisión que entrará en vigor a partir del 1 de julio.
La decisión, que fue comunicada después de una reunión del Consejo de Estado dirigida por el primer ministro chino, Li Keqiang, busca ampliar la apertura del mercado de consumo en el país y llevará a las empresas a mejorar e impulsar su competitividad.