En medio de una extensa audiencia, el juez de garantía de Panguipulli, Felipe Muñoz, ha escuchado durante esta tarde los alegatos de los querellantes en el caso del joven que fue abatido por un carabinero el viernes pasado, quienes solicitaron al tribunal la prisión preventiva del uniformado por homicidio calificado.
El primero de ellos fue Rodrigo Román, abogado defensor de la hermana del malabarista identificado como Francisco Martínez, quien en su intervención aseguró que la actuación del policía fue "una ejecución extrajudicial (...) En ningún caso estamos en presencia de un homicidio simple".
Tras ello, fue el turno del Instituto Nacional de DD.HH. (INDH), que se hizo parte del caso para alegar una violación a los derechos fundamentales de Martínez, cuyo jurista señaló que de acuerdo a los antecedentes técnicos entregados por la PDI, la trayectoria de la bala que ultimó a la víctima "no es un detalle baladí".
"En una discusión de prisión preventiva ante el fallecimiento de una persona por parte de agentes del Estado, constituyente de una violación a los DD.HH., es bastante relevante que esta sea descendente. Claramente eso hace descartable una legítima defensa", añadió.
Acto seguido, tomó la palabra la abogada de INDH, Elizabeth Matthei, quien argumentó que los machetes utilizados por el joven no tenían filo y que, por tanto, no revestían peligro para el carabinero. "Los machetes que portaba Francisco Martínez estaban alterados para no ser cortantes", indicó.
En esa línea, subrayó que "el malabarista los tenía tomados desde la hoja y no desde la empuñadura al momento de abalanzarse hacia carabineros, lo que comprueba que no eran un peligro real (…) en la punta están redondeados, no tienen punta con filo", comparándolos con los originales disponibles en la página de la marca Truper.
Asimismo, recalcó que "un control de identidad en ningún caso autoriza a usar armas de fuego", y que "nada impedía que el funcionario policial evaluara correctamente la situación", destacando que los otros dos carabineros actuaron de forma distinta, sin utilizar sus armas de fuego.
Argumentos de la defensa
En tanto, desde la defensa del carabinero, el abogado Pablo Ardouin, inició su intervención señalando que los hechos ocurridos el viernes pasado son "una tragedia, para Francisco, para Juan, para Panguipulli y toda la sociedad. Pero hay que recordar que toda vida humana es valiosa".
"Cualquiera que se pierda es una afectación para la sociedad. La vida de don J.G.I. también es valiosa y recibe protección desde el ordenamiento jurídico, con la legitima defensa", recalcó, junto con asegurar que la vida del policía siempre estuvo en riesgo y que no tuvo tiempo de constatar si los machetes tenían filo o no.
Asimismo, defendió la decisión del carabinero de realizar un control preventivo al joven, ya que "si me dicen que hay personas con machetes metálicos, más allá de si tengan o no filo, de una empresa que se dedica a fabricar machetes, no utensilios de circo, lo mínimo que puede hacer es acercarse y hacer las consultas respectivas".
En ese contexto, ante la solicitud de los querellantes de solicitar prisión preventiva, Ardouin indicó que "no se dan los requisitos, no es una persona que se vaya a fugar. No se pone en riesgo la vida de otras personas, tiene una familia. No se justifica el arresto domiciliario total ni la prisión preventiva".
