Desde el Gobierno están estudiando la posibilidad de que la próxima elección del 11 de abril, donde se votará por convencionales constituyentes, alcaldes, concejales y gobernadores regionales, se realice en dos jornadas consecutivas, partiendo el día anterior.
En distintos sectores políticos la idea ha sido bien recibida, pero de haber acuerdo, debería concretarse desde la próxima semana cuando se inicie un nuevo año legislativo.
Los principales argumentos del Ejecutivo para llevar adelante esta inédita fórmula de realización de los comicios
es la pandemia y la gran cantidad de candidatos a la Convención Constitucional y concejales principalmente. "El Gobierno está comprometido con promover medidas que permitan la mayor participación y al mismo tiempo evitar aglomeraciones que puedan general algún problema sanitario", dijo el
ministro de la Segpres, Juan Jossé Ossa, en conversación con
EmolTV destacando uno de los beneficios que a su parecer traería que los ciudadanos sufraguen el
10 y 11 de abril.
En la misma línea explicó que "el Servel tiene calculado que cada elector se demora un minuto en sufragar, no desde que llega al local, sino que un minuto desde que entra a las sala.
Podría ocurrir que eso llegue a cuatro minutos, entonces tenemos que buscar la fórmula de que esto no genere atochamientos ni problemas sanitarios. Ese es el diagnóstico, esto no es porque sí".
Mientras que entre los puntos que aún se deben resolver, el ministro Ossa expuso que "tenemos que buscar cuál es la fórmula, cualquiera que no retrase la publicación de resultados".
"Tenemos que permitir que el domingo nuestro sistema electoral siga siendo lo prestigioso que es con resultados seguros y confiables a una hora temprana, y eso no se logra si las soluciones son sólo extender los horarios de votaciones", indicó detallando que dentro de lo analizado por el Gobierno está considerado que hayan vocales de mesa diferentes para cada una de las jornadas.
Respecto a la custodia de las urnas, el secretario de Estado desdramatizó la situación, planteando que "no hay que olvidar que las Fuerzas Armadas de Orden y Seguridad, se haga una elección el domingo o sábado y domingo, siempre toman control de los locales de votación el viernes en la mañana. O sea aquí no se está pretendiendo que las Fuerzas Armadas pasen más tiempo, hay que recordar que ellos pernoctan en los locales de votación y por esa razón creemos que las urnas podrían ser debidamente custodiadas".
Cadena de custodia
Sin embargo, incluso desde su mismo sector, no todos coinciden con La Moneda. Y fue el hasta hace poco titular de la misma cartera de Ossa quien salió a frenar la idea, Cristián Monckeberg.
Para el ex presidente de Renovación Nacional uno de los grandes puntos en contra es la "improvisación", considerando que solo restan 48 días para la fecha original de las elecciones.
"Tenemos que encontrar el mejor mecanismo para fomentar la mayor participación, pero hagamos las cosas bien. No improvisemos. Tenemos un sistema electoral que ha funcionado de maravillas. Se cierran las votaciones, ya conocemos los resultados y nadie los pone en duda. Pretender iniciar, cambiar nuestro sistema de elecciones a menos de 50 días de una elección, más que una improvisación, me parece de alto riesgo", sostuvo a El Mercurio.
En ese sentido resaltó que una de sus mayores preocupaciones es el resguardo de las urnas, algo que el ministro Ossa daba por zanjado.
"El Servicio Electoral tiene las facultades extraordinarias para poder garantizar de mejor manera el día de la elección: que le permite horarios extendidos, más colegios o locales de votación o que se genere una mayor atribución a los vocales de mesa. Pero a menos de 50 días de una elección, organizar dos días de votación masiva, donde el riesgo de la custodia de las urnas el sábado en la noche lo van a tener que asumir las Fuerzas Armadas ¡Y vaya a pasar que se pierda una urna! ¿Quién va a ser el responsable? ¿El Servel o las Fuerzas Armadas?", planteó Monckeberg.
Aglomeraciones
El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, planteó la misma aprensión que Monckeberg, señalando que será un "desafío" asegurar la cadena de custodia de los votos.
"El Servel es una institución confiable, pero bastaría una denuncia respecto a pérdida de votos o descuadre exagerado de una mesa para poner en entredicho todo el proceso. Segundo, que implicaría un mayor gasto fiscal, debiendo pagar el doble por los vocales de mesa. Tercero, también implica mayor gasto si se mantienen en funciones los facilitadores electorales, que son personas encargadas de ordenar el proceso en cada uno de los locales", recalcó a Emol.
El cientitista político sostuvo además que a su juicio "votar en dos días no es garantía de reducción en los contagios. Bien pudiera ser que por una cuestión de costumbre la gente salga a votar de acuerdo al hábito que ha generado con los años, que es hacerlo un domingo por la mañana".
Mientras que "el argumento de tener cuatro papeletas para hacer las elecciones en dos días, no es razonable, pues en las elecciones presidenciales, diputados, senadores y Cores, los votantes también reciben cuatro papeletas y nunca se ha propuesto dividir la elección en dos días. Es cierto que en esta ocasión hay dos elecciones inéditas, pero en el caso de los gobernadores regionales la oferta de candidatos es más restringida, facilitando el acceso de información para los votantes".
"La única ventaja aparente de este sistema-aseguró Morales- sería evitar posibles aglomeraciones y de esa forma reducir la probabilidad de contagio, pero, como señalé, el hábito de la gente en cuanto a horarios de votación podría mantenerse".
