MILAN.- La tenista estadounidense Jennifer Capriati, que once años después ha vuelto a ser la número uno del mundo, reconoció este lunes en Milán que ella misma ha sido su peor enemiga, pero que logró salir adelante.
"He sido literalmente el peor enemigo de mi misma, pero he logrado salir. Ahora quiero sólo gozar de este momento, no miro al pasado ni al futuro. Para continuar en lo alto deberé afrontar otros muchas desafíos", dijo Jennifer Capriati.
La tenista estadounidense, que hoy renovó su compromiso con la marca italiana de ropa deportiva "Fila", con la que ha firmado por tres años, recuperó el cetro mundial femenino que logró en 1990, con tan sólo 14 años.
Después, una serie de conocidos problemas personales la alejaron y hundieron en las clasificaciones. Ahora ha vuelto a ver la luz, gracias al "trabajo y las ganas de combatir" que me dieron la ayuda de su familia y, en especial, de su padre, Stefano, que la acompaña en todo instante.
"Es él quien ha sabido encontrar el camino", apuntó la tenista, que, asimismo, confesó que "tras haber salido de las primeras posiciones no sabía si me iba a llegar otra vez el éxito. Sabía que era difícil, pero mi temperamento y mi naturaleza me han llevado a luchar. Estaba convencida de que sería sólo cuestión de tiempo".