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NBA: Knicks añoran viejos tiempos

El ex técnico de los neoyorquinos, Jeff Van Gundy, regresó al Madison Square Garden junto a los Houston Rockets para hundir al quinteto local con un expresivo 111-79.

09 de Enero de 2004 | 09:47 | EFE
Steve Francis
Steve Francis marcó 27 puntos para los Rockets.
HOUSTON.- El entrenador Jeff Van Gundy volvió de nuevo a sentarse en el banquillo del Madison Square Garden, pero lo hizo como responsable de los Houston Rockets, que le dieron la gran alegría de jugar el mejor partido de la temporada para humillar su ex equipo de los New York Knicks.

La imagen triunfal de Van Gundy, que entrenó a los Knicks hasta diciembre del 2001, cuando renunció de manera sorpresiva, contrastó con la frustración del base Stephon Marbury, que hizo su debut en el Madison Square Garden con el equipo neoyorquino.

La llegada del "Hijo Pródigo" de Marbury, un nativo de Brooklyn, no ha traído suerte a los Knicks, que han perdido los dos partidos disputados con el nuevo base como titular.

Los Rockets, con el base Steve Francis dejando atrás las malas actuaciones que había tenido en los últimos partidos, fueron imparables desde el comienzo del partido para un parcial de 23-2, que generó el abucheo de los fanáticos neoyorquinos a sus jugadores y la petición que despidan al entrenador Don Chaney.

El nuevo presidente de los Knicks, Isiah Thomas, que ha cambiado en dos semanas en el cargo a la mitad de la plantilla, puede tener listo el próximo paso a dar y que podría ser el hacerse el mismo cargo del equipo como entrenador.

Aunque todavía le queda el alero Keith Van Horn, como el jugador que puede utilizar para conseguir el último traspaso antes de centrarse en el aspecto del futuro del entrenador Don Chaney, al que los aficionados de los Knicks ya le han retirado su apoyo y han pedido su cabeza.

Van Gundy, que recibió una gran ovación cuando fue presentado, lo mismo que el entrenador asistente Patrick Ewing, la ex gran estrella de los Knicks en las pasada década cuando los llevo dos veces a las Finales de la NBA, defendió el trabajo de Chaney, que fue su asistente y el que lo sustituyó cuando renunció al cargo.

"El partido de esta noche no tiene nada que ver con lo que haga un entrenador, simplemente los jugadores nuestros hicieron un gran baloncesto y no sucedió lo mismo con ellos", comentó Van Gundy. "Siempre estaré agradecido por el apoyo que recibe de los aficionados de los Knicks cuando no era nadie dentro de la NBA".

Van Gundy sustituyó al legendario Pat Riley en el banquillo de los Knicks y aunque nunca había tenido experiencia en la NBA, siempre recibió el apoyo de los aficionados a los que compensó manteniendo el mismo equipo ganador que le había dejado su predecesor.

Francis, con 27 puntos, encabezó una lista de seis jugadores, incluidos los cinco titulares, que anotaron en doble dígitos para los Rockets, que lograron un 49,3 por ciento de acierto en los tiros de campo.

El base titular de los Rockets también aportó ocho rebotes, seis asistencias, recuperó tres balones y puso dos tapones para darle en el duelo individual toda una lección a Marbury, que se quedó con seis puntos y dio 10 pases de anotación.

Junto a Francis, el alero Jimmy Jackson aportó 21 puntos, mientras que el pívot chino Yao Ming y Kelvin Cato aportaron 15 tantos y nueve rebotes cada uno para los Rockets, que ganaron el tercer partido en los últimos cuatro que han disputado.

Los Rockets, con marca de 20-15, llegaron al Madison Square Garden después de haber sufrido la jornada anterior la derrota ante los Detroit Pistons por 85-66, la anotación más baja de la temporada.

Ex jugador de los Rockets Moochie Norris y Van Horn, con 17 puntos cada uno, fueron los mejores de los Knicks, que perdieron el cuarto partido consecutivo y bajaron su marca a 14-23.

Marbury, en el debut ante su público, se quedó con sólo seis puntos y 10 asistencias, y aunque sobre su vendaje del tobillo izquierdo llevaba las iniciales de "TYT" (Tómate Tu Tiempo), los aficionados de los Knicks le demostraron que no piensan lo mismo.

Más normal fue todo lo que sucedió en el Target Center de Minneapolis, donde la compenetración entre Kevin Garnett, Latrell Sprewell y el base Sam Cassell, volvió a ser la clave que permitió a los Minnesota Timberwolves ganar fácil por 96-75 a los Portland Trail Blazers, el peor equipo de la NBA como visitante.

Garnett se encargó de conseguir 26 puntos con 14 rebotes, y Sprewell aportó 25 para dejar a Cassell que lograse 11 asistencias y 10 tantos.

Junto al "trío" titular de los Timberwolves, el pívot reserva Oliver Miller jugó su mejor partido desde que llegó al equipo al conseguir ocho puntos y siete rebotes.

El triunfo fue el séptimo consecutivo de los Timberwolves en su campo y el 14 logrado en los últimos 17 partidos para dejar su marca en 23-11, la segunda mejor de la División del Medio Oeste.

Los Trail Blazers, que llegaron a Minneapolis varias horas antes que comenzase el partido, por causa de los problemas de la nieve que ha caído en el área de Portland, no tuvieron tiempo para descansar y fue otro factor en su contra.

La ausencia del ala-pívot Dale Davis, no pudo llegar al aeropuerto de Portland, también perjudicó a los Trail Blazers, que volvieron a tener en el alero Zach Randolph a su mejor jugador con 19 puntos.

El escolta Jeff McInnnis aportó 15 y Qyntel Woods encestó 10 con ocho rebotes para los Trail Blazers, que perdieron el quinto partido consecutivo y tienen marca de 1-13 fuera de su campo del Rose Garden.
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