BUENOS AIRES.- Lanús, el equipo de mejor rendimiento en los dos últimos meses, está más cerca que nunca de alcanzar su primer título de campeón del fútbol argentino a falta de dos jornadas para que termine el torneo Apertura 2007.
La formación granate, que ha sumado 20 de los 24 puntos posibles en los ocho últimos capítulos de la competición, depende de sí misma y podría lograr su objetivo el miércoles si vence al alicaído Gimnasia y Esgrima La Plata y si empatan Tigre y Boca Juniors ese mismo día.
Lanús encabeza la clasificación con 34 puntos, seguido por Tigre con 31 y Boca Juniors con 30, equipo éste que el domingo pasado resignó buena parte de sus posibilidades al caer derrotado frente a Arsenal por 2-1.
En el empate a cero ante Argentinos Juniors el conjunto de Lanús dejó dos puntos de oro, pero según su entrenador, Ramón Cabrero, el resultado fue igualmente bueno porque amplió a cuatro su ventaja sobre los boquenses, a los que se enfrentará el domingo en la jornada de cierre.
A Tigre y a Boca Juniors sólo les sirve la victoria, pero de todas maneras el que gane ese encuentro dependerá de un traspiés del líder para mantener sus esperanzas de campeonato.
La derrota frente a Arsenal, quinta en 17 jornadas, golpeó al Boca de Miguel Angel Russo, desarticulado frente a un rival que pudo obtener mejor rédito en la primera parte y dependiente de la garra y el empuje de sus jugadores en la segunda para superar carencias de todo tipo, especialmente de creatividad y precisión.
Arsenal, que en el segundo semestre del año venció dos veces a River Plate y ha dejado escorado a Boca Juniors, hizo el domingo un ensayo general para la final de la Copa Sudamericana que comenzará a disputar el viernes en México ante el América.
Marcó dos goles en los primeros 45 minutos, tramo en el que el portero boquense Mauricio Caranta evitó otros dos, y montó un sólido esquema defensivo en el segundo tiempo en el que destacó una vez más el central colombiano Jossimar Mosquera.
Boca no encontró resultados en sus permanentes cambios de esquemas como ha ocurrido desde que en junio pasado, después de ganar la Copa Libertadores, cuando Juan Román Riquelme regresó al Villarreal tras una cesión de cuatro meses.
El efecto de su derrota, que en otro momento podría haber desatado una crisis, está atenuado por la inminente participación del equipo en el Mundial de Clubes de Japón, el mes próximo, lo que demuestra una vez más que uno de los pocos recursos renovables que le quedan al fútbol es la ilusión.
Con su victoria ante el colista Rosario Central (2-1), lograda en el minuto 92 del partido disputado el viernes pasado, el modesto Tigre subió al segundo puesto y pasó a ser parte de la lucha por el título y juez de los boquenses al mismo tiempo.
Tigre comenzó el Apertura con el objetivo de sumar la mayor cantidad de puntos posibles para mantenerse en la división de honor, a la que regresó tras 27 años de ausencia, y se convirtió rápidamente en una de las sorpresas que deparó el torneo, caracterizado por la irregularidad de la mayor parte de sus participantes.
Independiente de Avellaneda lideró la clasificación durante trece jornadas y quedó fuera de carrera tras una seguidilla de derrotas, River Plate no alcanzó en ningún momento el papel de candidato al campeonato y entró en una crisis que terminó con el ciclo de ocho competiciones sin títulos del técnico Daniel Passarella.
Racing tampoco hizo pie y, además de sus problemas futbolísticos, sufrió las consecuencias de una crisis interna en el club, mientras que San Lorenzo sólo fue una sombra del equipo que a mediados de año se proclamó campeón del Clausura 2007.
Los partidos Tigre-Boca Juniors y Lanús-Gimnasia y Esgrima La Plata, que se disputarán el miércoles, corresponden a la última jornada pero fueron adelantados porque el equipo boquense debe viajar a Japón para participar en el Mundial de Clubes.
Bancas que se mueven
De los 20 equipos de la Primera División argentina, nueve cambiaron a sus entrenadores antes de que se disputara la decimoséptima jornada del torneo Apertura, que comenzó a disputarse el 5 de agosto último.
Entre los que dimitieron o fueron destituidos figuran Francisco Maturana (Gimnasia La Plata), Antonio Mohamed (Huracán), Ricardo Caruso Lombardi (Argentinos Juniors), Pablo Marini (Newell's Old Boys), Guillermo Rivarola (Olimpo), Carlos Ischia (Rosario Central), Mario Gómez (Gimnasia de Jujuy), Ricardo La Volpe (Vélez Sarsfield) y Daniel Passarella (River Plate).
