Hace rato que Wayne Rooney no la pasa bien en el Manchester United. Podría recalar en Barcelona, el Real Madrid, el Chelsea o en el Manchester City.
Reuters
LONDRES.- Las tirantes relaciones entre Wayne Rooney y Alex Ferguson son terreno fértil hoy para las especulaciones sobre una salida del delantero inglés del Manchester United.
El "Sunday Mirror" asegura hoy que existe ya una enemistad entre el jugador y el entrenador, y que Rooney podría abandonar el club de fútbol inglés en enero, en el mercado invernal europeo.
"Tras una serie de explosivas disputas con Ferguson, Rooney quiere abandonar el Manchester", escribió el periódico, que cita como posibles destinos el Barcelona, el Real Madrid, el Chelsea y el Manchester City."
"¿Qué demonios haces, Fergie?", preguntó hoy hiriente el "News of the World ", el diario sensacionalista de mayor tiraje en el Reino Unido.
El sábado, Ferguson tuvo al ariete internacional 70 minutos en el banquillo en el partido contra el West Bromwich Albion y no lo sacó a jugar hasta que los visitantes igualaron la ventaja de 2-0 del Manchester.
Fue demasiado tarde y los "red devils" tuvieron que conformarse con un punto.
La maniobra del veterano técnico escocés fue interpretada como un castigo por los comentarios del delantero de 24 años de un par de días antes.
Ferguson dejó fuera del equipo a Rooney durante algunos partidos a causa, según dijo, de una lesión de tobillo, pero el atacante insiste en que no ha tenido problemas físicos en toda la temporada.
Tras ser nombrado Jugador del Año tanto por sus colegas como por los periodistas ingleses, Rooney sufrió un drástico bajón en su nivel tras lesionarse en un tobillo en la recta final del curso pasado.
Su actuación en el Mundial de Sudáfrica fue muy discreta y su arranque de temporada, salpicado por comprometedoras revelaciones en la prensa sensacionalista sobre su vida privada, sigue siendo muy gris.
Ferguson podría haber intentado mantener al jugador lejos de los focos, pero al parecer el jugador no estaba de acuerdo con esa política.
El contrato de Rooney expira en el verano (boreal) de 2012 y sus representantes intentan negociar una prolongación.
Sin embargo, no parece que el United esté dispuesto a llegar a sus pretensiones de 160.000 libras a la semana (256.000 dólares).
Una venta en enero, por un precio que podría rondar los 60 millones de libras (96 millones de dólares), ayudaría al United a afrontar los pagos de su abultada deuda.
