MONTEVIDEO.- El Mercado Común del Sur (Mercosur) un ambicioso proyecto de integración económica que reunió a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, cumple este lunes 10 años de vida, bajo una gran interrogante sobre su futuro inmediato.
La devaluación de Brasil en diciembre de 1999, las crisis rusas y asiáticas y ahora la delicada situación política y económica de Argentina, con sus repercusiones económicas en la región fueron, a grandes rasgos, son los escollos que en los últimos tiempos han sacudido al Mercosur, que sumó a Chile y Bolivia como socios.
El Mercosur surgió por el Tratado de Asunción que se planteó el propósito de ser el instrumento idóneo para hacer surgir un Mercado Común y, a los efectos se convirtió en una Unión Aduanera que, además del libre comercio entre las partes, incluyó la adopción de un arancel externo común frente a importaciones de terceros países.
Es en torno al arancel externo común, donde se ha planteado una disyuntiva para sus componentes, luego de conocerse la aspiración de Argentina de aumentar al 35% ese arancel para productos finales y reducirlo a 0% el de bienes de capital. El arancel promedia el 14% pero en su máximo llega al 22,05%, cuando la idea original era tender a su reducción para ampliar el proceso de liberalización comercial.
En Uruguay, si bien se maneja con cautela, la idea del ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, no fue bien recibida debido a que se teme que un incremento del arancel se convierta en un escollo de libre comercio.
Sin embargo, se desconoce si la aspiración argentina regirá hacia el interior del Mercosur o ese 35% se aplicará sólo a la extrazona.
Las repetidas complicaciones comerciales -incluso han llevado a la formación de tribunales para solución de controversias- convirtió los temas en políticos al hacerse necesario para su definición la intervención o de los presidentes o del Consejo del Mercado Común (CMC) que forman cancilleres y ministros de economía, que es el órgano al que le incumbe la conducción política del proceso de integración.
Ahora, vista la situación, se convocó a una reunión extraordinaria del CMC, que se realizaría en los primeros días de abril en Asunción para analizar como repercutirán hacia sus socios del bloque, las decisiones argentinas.
El canciller uruguayo Didier Opertti admitió a la prensa que si el Mercosur no logra un consenso, se abre la perspectiva que cada país negocie bilateralmente con otro país o grupos de países acuerdos comerciales. Esto implicaría, en los hechos, quebrar la política comercial común del Mercosur.
Esa política común, sin embargo, en la práctica, ya tuvo dos desvíos, uno cuando Brasil concretó un acuerdo de complementación económica con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el otro fue el acuerdo entre México y Uruguay que entró en vigencia el primero de este mes y por el cual se ampliaron las preferencias comerciales y arancelarias.
El Mercosur no ha podido tener avances sustanciales para asociarse con la CAN y con México se suspendieron las negociaciones en 1997.
Sin embargo, hubo algunos avances en las negociaciones con la Unión Europea y el bloque del sur y dependerá de como se resuelve la situación actual del Mercosur de cara a las negociaciones por el Area de Libre Comercio de las América (ALCA), es decir, si participa como bloque, o cada país lo hace individualmente.