SANTIAGO.- Un paso relevante dieron los Ministros Responsables del
Comercio Hemisférico en pro de la liberalización regional, al comprometer la
entrada en vigencia del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) para el
año 2005.
Ello, según el consenso alcanzado por los 34 países de la región durante la
Sexta Reunión Ministerial del ALCA, realizada en Buenos Aires el fin de semana
pasado.
Los Ministros acordaron además, iniciar el 15 de mayo del 2002 el
intercambio de listas de productos para negociar su desgravación.
Esta decisión reafirma la propuesta de Chile en relación a precisar el plazo
para la entrada en vigencia del ALCA, logrando colocar el tema en el debate
político, pues éste no se ajustaba a los avances de la negociación comercial.
Chile ha venido jugando un rol bastante activo en cerrar la brecha entre los
avances técnicos y la ausencia de señales políticas más contundentes. "Desde
ese punto de vista estamos muy complacidos porque el Acuerdo ALCA entre
efectivamente en vigencia el 2005 y más complacido por el hecho de que esto haya
sido obtenido por consenso", afirmó el Director General de Relaciones
Económicas Internacionales (Direcon) de la Cancillería, Osvaldo Rosales.
Este Acuerdo, que involucra a 34 economías equivalentes a un 40% de la
Producción mundial y con un mercado de 800 millones de habitantes, da cuenta de
un proceso que ciertamente va a ser complejo.
"Por eso, que los Ministros ya se hayan comprometido a iniciar
negociaciones en mayo del 2002 genera un logro exigente pero prudente para
acomodar el conjunto de los intereses comerciales involucrados en esta
negociación, considerando el elevado número de países que participan en este
proceso. Y el hecho que este Acuerdo sea consistente con la OMC y, ojalá OMC
plus, en varios de los temas en negociación, constituye también un estímuo
sustantivo a un relanzamiento de una ronda multilateral en la OMC", destacó el
Director.
Uno de los logros concretos de este proceso es el borrador de los textos del
Acuerdo que será presentado a los Mandatarios en la Tercera Cumbre de las
Américas a celebrarse en Quebec, entre el 20 y 21 de abril.
El objetivo de los miembros del ALCA es difundir y publicitar este
documento, lo que constituye un hito en la historia de las negociaciones
internacionales.
Los avances alcanzados en la Reunión de Buenos Aires representan una señal
significativa a favor de la apertura comercial de la región y constituye un
estímulo considerable para el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones en
la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Las economías del hemisferio también reafirmaron su compromiso con un
Acuerdo integral, equilibrado y congruente con las normas y disciplinas de la
OMC.
En cuanto al tratatamiento de los temas laboral y ambiental, los Ministros
reconocieron la importancia de abordar ambas materias sin que éstas sean
vinculadas a sanciones comerciales.
"Reiteramos que la negociación del ALCA tomará en cuenta la amplia agenda
social y económica contenida en las declaraciones y planes de Acción de Miami y
Santiago con el objeto de contribuir a elevar los niveles de vida, mejorar las
condiciones laborales de los pueblos de las Américas y proteger mejor el medio
ambiente. Reiteramos que uno de nuestros objetivos generales es el de procurar
que nuestras políticas ambientales y de liberalización comercial se apoyen
mutuamente, tomando en cuenta los esfuerzos emprendidos por la Organización
Mundial de Comercio y otras organizaciones internacionales, y asegurar, de
conformidad con nuestras respectivas leyes y reglamentos, la observancia y
promoción de los derechos laborales renovando nuestro compromiso de respetar las
normas fundamentales del trabajo internacionalmente reconocidas, y reconociendo
que la Organización Internacional del Trabajo es la entidad competente para
establecer y ocuparse de esas normas fundamentales del trabajo", precisa la
Declaración de la Sexta Reunión Ministerial del ALCA.
Las economías del ALCA representan un 40% de la Producción mundial, lo que
refleja la relevancia de concretar la liberalización de la región, cuya
población asciende a 800 millones de habitantes. Esta cifra representa un
mercado trece veces superior al de Mercosur.