BERLIN.- El gobierno alemán levantó la prohibición de alimentar a los no rumiantes con harina de pescado, según confirmó hoy la portavoz del Ministerio de Protección del Consumidor, Alimentación y Agricultura, Sigrun Neuwerth, a la Agencia Alemana de Prensa (dpa) en Berlín.
Según Neuwerth, la correspondiente orden fue dictada la pasada semana por la titular del ministerio, Renate Kuenast.
La portavoz precisó que la prohibición de alimentar rumiantes con harina de pescado sigue en vigor. Alemania se ajusta así a las normas que rigen al respecto en toda la Unión Europea (UE).
La prohibición de utilizar la harina de pescado en la alimentación de los animales -a excepción de las mascotas y la acuicultura- fue aprobada por el Parlamento federal a comienzos de diciembre pasado, ante la alarma social que causó la detección de casos de encefalopatía espongiforme bovina (BSE) o "mal de las vacas locas".
La medida alemana fue criticada por Chile y Perú, dos de los principales productores de harina de pescado del mundo.
Según Neuwerth, los informes de expertos revelaron que "no hay base científica alguna" para prohibir la alimentación de no rumiantes con harina de pescado.
De esta forma, confirmaba los argumentos esgrimidos por los peruanos y los chilenos.
Neuwerth dijo que Alemania "no tuvo otra opción" que prohibir la alimentación de animales con todo tipo de harinas animales, ante la preocupación que causó BSE entre la opinión pública.
Eso no quita que después se haya analizado el caso de la harina de pescado "con más tranquilidad" para llegar a la conclusión de que se imponía modificar la ley.
La noticia coincide con la presencia en Alemania de una delegación conjunta peruano-chilena, encabezada por el ministro de Pesca peruano, Ludwig Meier Cornejo, y el Embajador en Misión Especial chileno Jorge Berguño.
En un principio, tenían previsto reiterar sus argumentos en contra de la prohibición de la harina de pescado, pero se vieron ahora sorprendidos por el levantamiento de la misma.
La misión chileno-peruana se reunió hoy en Bremen, en el norte de Alemania, con los gerentes de las principales importadoras de harina de pescado, y tiene previsto dialogar mañana en Bonn con el viceministro de Protección del Consumidor, Alimentación y Agricultura, Alexander Mueller.
Bremen es el primer puerto de importación de harina de pescado de Europa, al acoger y redistribuir a todo el continente unas 350.000 toneladas al año.