SAO PAULO.- El pesimismo se apoderó hoy de las principales mercados bursátiles de la región -Brasil y Argentina- debido a las acusaciones políticas y crisis financiera que se viven, respectivamente, en estos países.
A la hora del cierre, el indicador paulista Bovespa acumuló un retroceso de 5,09% (-734,66 unidades) para situarse en 13.696,42 puntos; en tanto que el índice Merval cayó estrepitosamente 28,12 puntos (-6,27%, a 420,16 unidades).
Si bien a comienzos de semana ambas plazas habían reaccionado positivamente a la rebaja de tasas decretada por la Reserva Federal de Estados Unidos, el entusiasmo no fue suficiente para apaciguar la incertidumbre de los inversores .
Durante la jornada, los títulos de deuda argentina y brasileña registraron notables retrocesos, 3% y 1,5%, respectivamente, lo cual implica que el riesgo país (percepción de riesgo a la hora de invertir en un país) aumentó para ambos.
Consecuentemente, el dólar volvió a subir en Brasil y se situó en 2,245 reales para la compra y 2,249 para la venta. La cotización superó las previsiones de los analistas, quienes consideraron que a partir de 2,20 reales por dólar debe encenderse una señal de alerta, ya que la depreciación del real está poniendo en peligro las metas financieras del gobierno.
La situación del país es aún más complicada si se consideran las acusaciones políticas que enfrentan algunas de sus figuras políticas más importantes; como también debido al incierto momento que vive el Mercado Común del Conosur (Mercosur), acuerdo comercial cuyo principal promotor ha sido justamente Brasil.
El real brasileño, advirtieron los analistas, nunca había valido tan poco frente al dólar desde su creación, en 1994, ni siquiera en los momentos más álgidos de la crisis financiera brasileña de 1999.
Devaluación ad portas
En el caso de Argentina, la corrida bursátil comenzó a producirse conforme crecían los rumores de que el Estados cesaría los pagos de su deuda externa. El proyecto del ministro Cavallo que busca incorporar el euro al sistema de convertibilidad, en tanto, no hizo más que agravar las aprensiones de los
operadores.
De aprobarse en el Congreso la citada iniciativa, el sistema de paridad cambiaria dólar-peso llegaría a su fin, significando también una fuerte devaluación de la moneda argentina.
