WASHINGTON.- El deseo del Presidente de EE.UU., George W. Bush, de recibir autorización para negociar acuerdos internacionales de comercio por la vía rápida topa con la advertencia de 61 senadores de que se opondrán a cualquier acuerdo que no incluya claúsulas de protección contra la importación desleal.
Bush ha anunciado que esta semana pedirá al Congreso que le otorgue la autoridad de promoción comercial o "fast track", para negociar por la vía rápida acuerdos de libre comercio con Chile y otros países.
En una carta dirigida al Presidente 61 legisladores republicanos y demócratas de los cien que integran el Senado señalaron ayer que "un elemento crucial de toda política comercial de EE.UU." debe ser la inclusión de medidas "antidumping", antisubsidios y otros instrumentos destinados a proteger a los productores locales.
Varios países, incluyendo Brasil y Japón, se han quejado por la existencia de lo que califican como "aranceles antidumping" y otras medidas que Estados Unidos aplica para frenar sus exportaciones y han pedido negociaciones tanto a nivel regional como multilateral para resolver ese problema.
"Es posible que esto sea una manifestación de quienes se oponen a la apertura del mercado. Sin embargo, cualquiera sea el motivo, Estados Unidos no debe utilizar sus leyes comerciales como carta de negociación ni acceder a disposiciones que las debiliten", indicaron los senadores.
La carta fue firmada por el líder de la mayoría republicana Trent Lott (Mississippi), el líder demócrata Tom Daschle (Dakota del Sur) y la mayoría de los integrantes del Comité de Finanzas del Senado que tiene jurisdicción sobre asuntos comerciales.
"Ningún acuerdo comercial que debilite las leyes comerciales de Estados Unidos recibirá la aprobación del Congreso y los esfuerzos en ese sentido encontrarán una férrea oposición", advirtió el senador de Montana Max Baucus, el demócrata de más alto nivel en ese comité.
Al anunciar su intención de pedir la autoridad especial de negociación Bush indicó que la utilizará "para forjar libertad en el mundo, progresar en nuestro continente y aumentar la prosperidad de Estados Unidos".
Bush aseguró que "los beneficios del comercio no sólo se miden en dólares y centavos, sino también en derechos humanos, libertad, dignidad y progresos humanos".
El antes llamado "fast track" permite al Presidente negociar acuerdos internacionales de libre comercio sin someterlos a las enmiendas del Congreso, el cual puede solamente rechazarlos o aprobarlos.
Pero además de la protección de las leyes de protección comercial planteada por los senadores el Presidente Bush enfrenta la oposición de los demócratas que desean la inclusión en cualquier acuerdo de disposiciones de defensa de las garantías laborales y del ambiente.
Al advertir que si no logra esa facultad especial de negociación se planteará un nuevo tipo de proteccionismo, Bush manifestó que el libre comercio es "un imperativo moral", ya que ofrece empleo en los países en desarrollo y "promueve las libertades políticas" y el desarrollo democrático.
En un discurso ante el Consejo de las Américas del Departamento de Estado, Bush aseguró ayer lunes que la apertura comercial ofrece a los estadounidenses el logro de sus peticiones "de vivir en un planeta más limpio", y dijo que EE.UU. "quiere estándares laborales que protejan a los niños de la explotación".
"Los estadounidenses quieren progresos en derechos humanos y en libertad individual. La apertura comercial permite avanzar en esos valores estadounidenses y universales", señaló.
Por su parte, el secretario de Estado, Colin Powell, manifestó que el objetivo de todos los gobiernos del continente debe ser llevar la prosperidad a sus pueblos y señaló que "para lograrlo, el comercio debe ser el motor que permita a los gobiernos afrontar los problemas".
Bush y Powell destacaron en sus discursos los avances en democracia que todo el continente americano ha alcanzado y ambos se refirieron a que la única excepción es Cuba.
"Este es un continente de promesas, este es el continente que puede ser ejemplo para el resto del mundo. Treinta y cuatro naciones juntas, y sólo una que se ha quedado fuera, pero no tengo duda de que en su momento, seremos 35", indicó Powell.