BUENOS AIRES.- Aerolíneas Argentinas, intimada por el Gobierno para reanudar servicios interrumpidos la semana pasada, dejó de volar el martes hacia y desde Madrid, en otro episodio de la crisis que la ha colocado al borde de la quiebra.
El Gobierno argentino había intimado horas antes a los propietarios españoles de Aerolíneas Argentinas a reanudar en 72 horas los interrumpidos vuelos de esa empresa a los Estados Unidos, Oceanía y Brasil. La compañía enfrenta hace más de un mes un serio conflicto con su personal, que se niega a aceptar numerosos despidos.
Voceros de Aerolíneas, citados por la agencia privada Diarios y Noticias (DYN), explicaron que la suspensión de vuelos a la capital española se debió a la falta de provisión de combustible a sus aviones.
Hasta el momento no se habían suspendido los vuelos de Aerolíneas a Santiago, Lima, Caracas y Montevideo.
La intimación gubernamental, firmada por el subsecretario de Transporte Aerocomercial, Daniel Hernández, fue dirigida a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) de España, que tiene el 85% de las acciones de Aerolíneas, ex línea de bandera de la Argentina, privatizada en 1990.
La intimación reclama la reanudación "de los servicios y las frecuencias internacionales a las ciudades de Miami, Nueva York, Auckland, Sydney, Los Angeles, Sao Paulo y Río de Janeiro" y pide a la Sepi que realice "el correspondiente descargo".
La Sepi colocó a Aerolíneas al borde de la quiebra, con la posibilidad de que el próximo viernes se suspendan totalmente sus actividades, al rehusar efectuar aportes de capital necesarios para mantenerla en funcionamiento. Exigió que los siete sindicatos del personal de Aerolíneas acepten un "Plan Director" elaborado para sanear a la empresa, pero reduciendo su actual plantel de 7.000 personas.
Cinco de los gremios aceptaron un acuerdo preparado por el Gobierno, pero dos rehusan firmarlo, si antes Sepi no garantiza la estabilidad de todo el personal de Aerolíneas.
La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, que estuvo a cargo de las negociaciones en representación del Gobierno, pidió el martes a los dos sindicatos renuentes a "reaccionar muy rápido" y modificar su posición.
"Digo que las empresas y los gremios se junten, pero si no quieren, es imposible acordar una solución que no quieren. Es como una pareja que no quiere casarse", dijo la ministra a Radio América.
Ariel Basteiro, dirigente de uno de los sindicatos, advirtió el martes que si Aerolíneas Argentinas no vuelve a volar a los destinos internacionales que suspendió la semana pasada "tampoco va a volar ninguna compañía desde ni hacia Buenos Aires".
Agregó que la determinación de impedir esos vuelos, la adoptaron los afiliados a los sindicatos en asambleas realizadas en la víspera "en defensa de nuestros puestos de trabajo".
Basteiro y el dirigente del sindicato de mecánicos, Ricardo Cirielli, quien tiene la posición más intransigente, exhortó hoy a la Sociedad española "a no dejar caer a Aerolíneas" y a "mantenerla algunos meses, hasta que pueda ser vendida a otra compañía".
