BRUSELAS.- En sus esfuerzos por lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales en la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Unión Europea (UE) propuso este miércoles una alternativa a la regulación de los derechos de los trabajadores.
El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, planteó reforzar el papel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como garante de los derechos laborales y sociales en el mundo.
Recordó que la UE nunca ha sido favorable a que se impongan sanciones comerciales a través de la OMC en este terreno (el social), al contrario que Estados Unidos, que defendió esta posición en la fracasada ronda de la OMC de Seattle (EEUU) de noviembre de 1999.
En ese entonces, los países en vías de desarrollo se opusieron a la idea norteamericana por considerar que detrás de la preocupación laboral se escondían intereses proteccionistas.
En este sentido, Lamy aseguró que la Comisión Europea "rechaza decididamente toda utilización de las normas laborales fundamentales con fines proteccionistas".
Asimismo insistió en que la cuestión laboral "no quedará fuera de la ronda de la OMC porque tenemos el mandato de conseguir de una forma u otra instaurar un diálogo al respecto entre la OIT y la OMC".
Según Lamy, "aún no está decidida" la posición de Estados Unidos para la próxima ronda, cuyo lanzamiento está previsto durante la reunión ministerial de la OMC en noviembre en Qatar.
Precisó que su postura "dependerá de la posición que tome el Congreso".
Esta iniciativa es un ejemplo más de los esfuerzos que está haciendo la UE en los últimos meses para recabar apoyo internacional -sobre todo de los países en vías de desarrollo, que son los más reacios- para el lanzamiento de la nueva ronda de la OMC.
Para garantizar los derechos de los trabajadores en el mundo, la UE propone reforzar el papel de la OIT y entablar un diálogo internacional de alto nivel de esta organización con la OMC y otras organizaciones de la ONU.
"También propone reforzar el protagonismo de la UE como garante del cumplimiento de estos derechos en países terceros, por ejemplo a través del sistema de preferencias generalizadas (SPG), por el cual la UE concede ventajas comerciales a algunos países siempre que se apliquen unas normas laborales fundamentales".
De lo contrario, Bruselas propone retirar estas preferencias, explicó este miércoles la comisaria de Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou.