SANTIAGO.- Tal como ocurrió en el Banco Edwards, en el Banco de Chile también comenzaron los despidos tendientes a despejar el camino para lo que será la fusión de ambas entidades financieras.
Es así como cuatro altos ejecutivos, considerados "de la primera línea de mando" fueron despedidos en el Banco de Chile, en el marco del proceso de reestructuración que tiene que llevar a efecto para iniciar la operación del megabanco el 2 de enero próximo.
Es así como dejaron sus cargos: Jorge Buzzoni, de la División Banca Corporativa; Edgardo Jürgensen, de la División Estudios; David Orrego, de Negocios Internacionales, y Fernando Valdivieso, del Área de Análisis y Control.
Los cuatro ejecutivos, al igual que en el caso del Edwards, serán subrogados hasta fines de año.
Según precisaron fuentes ligadas al proceso, las desvinculaciones a nivel de gerencia "no seguirían por el momento".
En todo caso, no descartaron que el proceso se reinicie "con trabajadores de diversos niveles" hacia fines de este mes, considerando que en diciembre próximo empieza a regir la reforma laboral "y el proceso de desvinculaciones se encarece para las empresas".
Hasta el momento, ni ejecutivos máximos ni trabajadores han informado acerca de cuántas personas deberán retirarse para conformar la plana de empleados que seguirán en el megabanco. Antes de iniciar el proceso, el Banco de Chile contaba con 4.600 empleados, mientras que el Edwards contaba con 2.280, de los cuales han salido nueve en estos días también de los niveles de gerencia.
Según han manifestado ambas entidades, para el resto de los trabajadores que serán despedidos habrá programas especiales destinados a apoyarlos, en un proceso que podría tomar entre 18 a 24 meses.
Con la fusión se estima un ahorro de 14% en los costos de gestión de ambos bancos, esto es US$ 50 millones anuales.