BUENOS AIRES.- El índice Merval de acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires abrió hoy con una baja del 0,77 por ciento, hasta 222,36 puntos, en momentos en que la alta tasa de riesgo de inversión en Argentina se disparó a niveles históricos.
A las 11:25 horas (14:25 GMT), en un clima de incertidumbre, se habían cotizado las acciones de sólo dos empresas, ambas en bajada, y el volumen de las operaciones alcanzaba a 4,63 millones de pesos (o dólares) entre títulos públicos y privados.
Mientras, la tasa argentina de riesgo-país, la más alta entre las naciones en desarrollo, se situaba en el nivel histórico de 2.624 puntos básicos, un tres por ciento más que el último cierre.
Los analistas afirman que hay una gran inestabilidad en el mercado a causa de los problemas políticos que afectan al gobierno, en momentos en que se lleva adelante una refinanciación de la deuda pública dentro de un paquete de medidas para reactivar la economía, que sufre más de tres años de recesión.
Los inversores están pendientes de que las provincias más ricas y grandes, que son gobernadas por la oposición peronista, terminen por aceptar el pacto fiscal que les propone el gobierno dentro de la política de "déficit cero" del Estado, indicaron las fuentes.
El Merval cerró ayer, martes, con pérdidas del 1,11 por ciento mientras que la tasa de riesgo-país concluyó la jornada en 2.542 puntos básicos.
De la Rúa en Berlín: el país "no va caer en el default"
Para calmar las agitadas aguas financieras, el Presidente Fernando de la Rúa reiteró el miércoles ante empresarios en Berlín, en el marco de su visita a Alemania, que el país "no va caer en el default".
"Vamos a mantener la ley de convertibilidad porque una devaluación sería desastrosa, aumentaría con alta dosis de riesgo el nivel de endeudamiento", destacó. Cuestionó a los analistas que "erran en sus pronósticos cuando dicen que Argentina va al default".
El Gobierno había anunciado el martes una refinanciación de las deudas provincias al estilo de la que está lanzada para los bonos públicos federales, con el fin de aliviar la carga de intereses bajándolos hasta un tope del 7% anual.
