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Massad no cree crisis Argentina afecte significativamente al peso

"Tal vez haya algún tipo de efecto en el peso si la situación en Argentina empeora, pero no esperamos ningún efecto insoslayable en el peso. Nada que nos haga mucho daño", dijo el Presidente del Banco Central, Carlos Massad en un seminario organizado en Nueva York con el Consejo de las Américas.

22 de Abril de 2002 | 18:43 | EFE
NUEVA YORK.- El Presidente del banco Central de Chile, Carlos Massad, señaló hoy que no espera que la crisis en Argentina tenga efectos muy significativos en el comportamiento del peso.

"Tal vez haya algún tipo de efecto en el peso si la situación en Argentina empeora, pero no esperamos ningún efecto insoslayable en el peso. Nada que nos haga mucho daño", dijo Massad en un seminario organizado en Nueva York con el Consejo de las Américas.

"Hubo un momento, el año pasado, cuando el peso se movía junto con el spread (diferencial de tasas) argentino, pero eso ya se ha roto en octubre o noviembre del año pasado", agregó el presidente del banco central chileno.

"Los inversores están mirando a cada uno de los países por lo que cada uno es, y no sólo al vecindario en su conjunto, y eso es muy importante" explicó Massad.

Agregó que las exitosas colocaciones de bonos realizadas por el Estado chileno en octubre del 2001 y otra más reciente la semana pasada, en condiciones muy favorables, son nuevas señales de esta idea de que los inversores están diferenciando los distintos países en la región.

En su presentación, Massad dijo que se espera que la economía chilena crezca un 3,3 por ciento este año y un 5,3 por ciento el 2003, aunque en estos momentos se están revisando estas estimaciones.

Massad dijo que los resultados de la revisiones se conocerán en mayo, y no quiso adelantar si implicarán cambios.

Sin embargo, señaló que lo más probable es que si se realiza un cambio en la tasa de crecimiento esperado para el año 2002 esta sería muy pequeña.

La semana pasada, en tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró las perspectivas de crecimiento de Chile para el 2003 al 6 por ciento.

"Por supuesto que estaríamos muy felices si las previsiones del FMI son correctas y las nuestras equivocadas", dijo Massad.

Respecto al gasto público, Massad dijo que "esperamos que no sea necesario aumentarlo más allá de lo que está actualmente incorporado en el presupuesto".

"Debemos ser muy cuidadosos y tratar de evitar que por apurarnos demasiado, en un momento en que la economía mundial ya apunta hacia arriba, pudiéramos poner en riesgo elementos importantes de la estabilidad del país que sería difícil recuperar", advirtió Massad.

Señaló que la economía chilena es sensible a la política monetaria, y que confía en que la baja de los tipos de interés y el nivel actual de gasto fiscal entreguen los estímulos necesarios para el repunte de la economía chilena.

Explicó que la política monetaria actúa en la economía con un retraso que va desde los 6 meses al año, y que toda su fuerza sólo se siente a los dos años de haber comenzado.

Por eso señaló que las rebajas de tasas que empezaron a decretarse el año pasado recién ahora se están comenzando a sentir, y que toda su fuerza va a hacerse patente sólo a partir del tercer trimestre de este año.

Sobre el efecto del aumento del precio del crudo en la inflación, Massad dijo que si el costo del barril de petróleo se mantiene en los niveles actuales no habría problema en alcanzar la meta de IPC.

Pero agregó que si el barril sube a más de 27 o 28 dólares y se mantiene allí por mucho tiempo, "entonces tal vez estemos cerrando el año cerca del techo de nuestro rango, de entre 2 y 4 por ciento".

"En cualquier caso, no esperamos utilizar la política monetaria para enfrentar golpes derivados del alza del precio del crudo, ya que la política monetaria debe mirar factores más profundos y de largo plazo que un alza puntual del crudo" señaló Massad.

Sobre la forma en que las rebajas de tipos han sido traspasadas a los deudores, Massad dijo que el 90 por ciento de los créditos han experimentado una rebaja en las tasas de interés, pero que este porcentaje de la cartera crediticia se concentra en el 15 por ciento de la población.

Por contraste, agregó que el 85 por ciento de los deudores "no han sentido la baja en los tipos de interés".

Para solucionar este tema, Massad señaló que el banco central favorece la promoción de una mayor competencia y transparencia del sistema, contra una política de imponer mayores regulaciones a los bancos.
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