BUENOS AIRES.- El encarrilamiento de las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las buenas señales que han llegado desde el organismo internacional, calmaron los tornados que azotaban a los mercados argentinos de cambios y provocaron este martes la segunda baja consecutiva del dólar en la semana.
Este martes la moneda estadounidense cerró a 3,63 pesos para la compra y 3,73 para la venta en el mercado libre, contra los 3,78 y 3,88 el lunes.
En las entidades que operan por cuenta y orden del Banco Central, por otra parte, el dólar terminó en 3,61 pesos para la compra y 3,69 para la venta. El lunes cerró en 3,71 y 3,79, respectivamente.
El analista privado Rafael Ber, de la consultora "Argentine Research", luego de afirmar que la crisis no se agravará, añadió que "no se esperan explosiones en el tipo de cambio".
En entrevista telefónica con la AP, Ber dijo que la baja del dólar se debe "fundamentalmente a las señales de que en julio habrá acuerdo con el Fondo y a que continúan las negociaciones".
Estimó que la divisa podría continuar bajando hasta los 3,50 ó 3,60 pesos si en los próximos 15 días no hay nuevas turbulencias en la relación con el FMI.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, regresó el domingo desde Washington con una buena noticia: el FMI prorrogó los vencimientos de deuda por unos 900 millones de dólares que debía afrontar a mediados de este mes y dijo que continarán las negociaciones para llegar a un acuerdo definitivo con el país.
La decisión del Fondo dio un respiro a las autoridades argentinas, que habían admitido su incapacidad para pagar los compromisos y, en consecuencia, la entrada en un inminente cese de pagos a los organismos internacionales.
El alza del dólar preocupa a los argentinos, que desde que se devaluó la moneda en enero pasado, no han visto aumentar sus salarios. Cada centavo que sube el dólar representa más inflación y una pérdida aún mayor del poder adquisitivo.
El lunes de la semana pasada, pocos días antes del viaje de Lavagna a Washington, la moneda norteamericana alcanzó los cuatro pesos, el valor más alto desde la devaluación.
La Argentina busca acordar con el FMI para intentar salir del aislamiento en que se encuentra sumergida luego de declarar la cesación de pagos de su deuda de 141.000 millones en diciembre pasado.
Hasta ahora el país no ha incumplido sus obligaciones con los organismos internacionales, pero tiene virtualmente cerrado el crédito en medio de la peor crisis económica de su historia.
El país atraviesa su cuarto año de recesión económica y espera que el acuerdo con el FMI le abra las puertas a más pactos con organismos multilaterales y ayuda económica de países europeos.
El martes, el FMI dijo que está trabajando de la forma "más urgente y rápida posible" para encontrar una salida a la crisis argentina.
El gobierno del Presidente Eduardo Duhalde ha advertido sobre el efecto cascada que podría tener la crisis argentina para toda América Latina.
El jefe de gabinete, Alfredo Atanasof, destacó el martes "el apoyo que el gobierno está recibiendo de la comunidad internacional y de los organismos de crédito" y dijo que "queremos un acuerdo razonable y rápido con la economía global".