BUENOS AIRES.— El ministro de Economía, Roberto Lavagna, envió hoy viernes al Fondo Monetario Internacional el borrador de una tercera carta de intención para alcanzar un acuerdo con el organismo por la postergación de vencimientos de deuda que el país debe pagar en los próximos meses.
El borrador será discutido en las próximas semanas durante una visita de enviados del FMI a Argentina.
Argentina debería pagar entre noviembre y mayo unos 9.250 millones de dólares por vencimientos de deuda, casi el total de sus reservas.
Es por ello que necesita alcanzar un acuerdo con el Fondo para postergar esos pagos y no agotar las reservas del Banco Central, lo que dispararía una crisis monetaria.
Tras nueve meses de intensas negociaciones en los que la relación entre Argentina y el FMI estuvo en varias ocasiones a punto de quebrarse, todo indica que al fin el Presidente Eduardo Duhalde conseguirá cerrar un trato con el organismo antes de las elecciones del 30 de marzo.
Aunque se comprometió a cumplir algunos de los requisitos exigidos por el FMI, Lavagna introdujo modificaciones en capítulos clave del documento.
El Gobierno no llevará adelante el recorte de gastos necesario para obtener en 2003 un superávit primario de 2,5% del Producto Bruto Interno (PBI), tal como exige el FMI.
También se resiste a aumentar la presión tributaria y liberar totalmente el mercado de cambios, aunque controlará la emisión monetaria y de bonos provinciales o cuasimonedas sobre la base de metas de inflación.
"Estamos de acuerdo en una liberación del sistema pero hay diferencias en los ritmos y en los tiempos en que esa flexibilización puede hacerse", señaló Lavagna.
Por último, reconoce la necesidad de un ajuste en las tarifas de las empresas de servicios públicos -que obtienen ingresos en devaluados pesos y poseen gastos en dólares-, pero rebajó el cálculo del FMI de un aumento del 20 al 30% a un incremento de 10%.
"No queremos nuevos aumentos, no hay nuevos impuestos, no va aumentar la presión impositiva, eso en el presupuesto está claro, y no se aumentará la presión tributaria", sostuvo el ministro.
Argentina atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia, agravada por la devaluación de más de 70% de su moneda, lo que ha disparado el desempleo al 21,5% y sumido en la pobreza a más de la mitad de sus 36 millones de habitantes.