TOKIO.- En un rechazo abierto al principal asesor económico del primer ministro japonés Junichiro Koizumi, los directores de los bancos más importantes criticaron la propuesta gubernamental encaminada a estabilizar el sistema financiero, al señalar que estas medidas amenazaban con hundir a toda la economía del país.
Los directores de siete bancos, entre ellos el Banco Mizuho, la UFJ Holdings, el Grupo Financiero Mitsubishi Tokio y el Banco Mistui Sumitomo, hicieron un llamado urgente al regulador bancario y ministro de economía Heizo Takenaka a reconsiderar su propuesta que obligaría a las instituciones financieras a apresurar el saneamiento de billones de yenes (miles de millones de dólares) en préstamos impagables.
"Debemos evitar un cambio general e impaciente del sistema bancario porque podría darle un duro golpe a la economía, y eso no está en nuestro interés nacional", indicaron los bancos a través de un comunicado conjunto, de acuerdo con un reportaje publicado el sábado por el diario Asahi.
La protesta de los bancos significa otro revés para Koizumi, que buscaba cumplir su promesa de orquestar un vuelco en la economía japonesa, que se encuentra postrada desde hace una década.
También ocurre días después de que los legisladores de oposición presentaron una moción de censura en el Parlamento en contra de Takenaka, por presuntamente haber agravado la crisis bancaria del país.
La medida, que fue presentada el jueves en la cámara baja, instaba a Takenaka a renunciar por presuntamente dar marcha atrás a sus reformas al sector bancario y con ello generar pánico en los mercados financieros.
Takenaka es duramente criticado desde su anuncio sorpresivo del martes, en el que anunció que pospondría un informe que delinearía las medidas para apresurar la eliminación de los préstamos insolventes.
Esta demora generó intranquilidad en los mercados financieros que llevaron al Nikkei, el principal referente de la Bolsa de Tokio, a casi llegar a su nivel más bajo de los últimos 20 años después de que los inversionistas temían que las principales reformas al sistema bancario quedarían archivadas.