LA PAZ.- El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, anunció hoy que el barril de petróleo producido en Bolivia volvió al precio de US$27 dólares, dando marcha atrás a una disposición tomada la semana anterior de subir el costo a US$59.
En entrevista con los medios estatales, García Linera señaló que la medida es una consecuencia de la derogación del decreto que subió entre 57 y 82% el costo de los principales combustibles líquidos.
"El precio del petróleo se mantiene otra vez en 27 dólares, afuera está en 90, (pero) producir petróleo en Bolivia no cuesta 27 dólares, cuesta de 58 a 60 dólares. Si queremos producir más petróleo, alguien tiene que subvencionar eso, lo va a hacer el Estado”, afirmó el vicepresidente.
Anunció, asimimso, que el presidente Morales se reunirá en los próximos días con ejecutivos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) “para ver de dónde” sacar “la plata para incentivar la producción de petróleo”.
La producción de gasóleo en Bolivia es deficitaria, por lo que compra el combustible a Venezuela para cubrir cerca de la mitad de la demanda interna, mientras que en 2008 el país empezó a importar gasolina de Chile.
Según Linera, en 2010 la importación de carburantes líquidos supuso un gasto de US$666 millones de dólares, mientras que para este año se han presupuestado US$1.000 millones.
Afirmó que el precio bajo del crudo en Bolivia desincentiva a las petroleras privadas a producir combustibles líquidos, por lo que insistió en que se buscará un mecanismo “que premie al que produzca petróleo”.
En Bolivia opera una decena de petroleras extranjeras grandes, entre ellas la hispano-argentina Repsol YPF, la brasileña Petrobras, British Gas y la franco-belga TotalFinaElf.
El Gobierno sorprendió la semana pasada con un decreto que subió el coste de los combustibles, justificando que era una necesidad para la economía del país porque frenaría el contrabando de esos productos, que genera una pérdida anual de US$150 millones de dólares.
El Ejecutivo también decidió subir el costo del precio del barril de petróleo de 27 a 59 dólares para incentivar la producción de carburantes líquidos, que declinó en los últimos años.
No obstante, Morales retrocedió el viernes y anuló estas medidas, tras una oleada de protestas desatada en varias ciudades y amenazas de movilizaciones para esta semana, debido a que el alza de los combustibles causó incrementos en las tarifas del transporte público y en los precios de los alimentos.
García Linera ratificó hoy que el Gobierno decidió “obedecer al pueblo” y suspender la medida que, a su juicio, tuvo apoyo de la gente pero causó “malestar” por los efectos negativos inmediatos que tuvo.
Añadió que se decidirá junto a los sectores sociales el momento y la manera en que se aplicará el alza de los carburantes para que los efectos de la medida no sean tan duros y para frenar “la sangría” de la economía nacional.
Volvió a culpar a opositores, como el ex alcalde paceño Juan del Granado, de las protestas que se tornaron violentas el jueves en las ciudades de La Paz y El Alto y llamó a las organizaciones sociales a no permitir que “renazca” la derecha.
Del Granado volvió a rechazar hoy las acusaciones y retó al Gobierno a “reencauzar el proceso de transformación” que lidera Morales.
Tras el anuncio de Morales, las organizaciones vecinales y sindicatos decidieron suspender las movilizaciones previstas para mañana.