WASHINGTON.- La recaudación tributaria de los gobiernos estatales de Estados Unidos cayó 14.300 millones de dólares en el último año presupuestario, dijo el miércoles la oficina del Censo, en otra señal de que los ingresos estatales todavía no se recuperan de su reciente colapso.
La recaudación tributaria total fue de 704.600 millones de dólares en el año fiscal 2010, que cerró en junio pasado, un leve descenso del 2 por ciento respecto al año fiscal 2009, dijo el Censo.
La caída no fue tan brusca como en el fiscal 2009, cuando la recaudación impositiva se hundió 65.800 millones.
La crisis de la vivienda, la financiera y la recesión generaron un colapso sin precedentes en los ingresos de los estados, obligándolos a reducir su gasto abruptamente, elevar impuestos y recurrir al Gobierno federal por ayuda.
Aunque la recesión terminó en el 2009, los presupuestos de los estados todavía tienen que recuperarse y los inversionistas y operadores en el mercado de bonos municipales de 2,9 billones de dólares estudian cuidadosamente las recaudaciones tributarias para ver cuánto necesitan recuperarse.
La última asistencia extraordinaria destinada a los estados incluida en el plan de estímulo federal de 821.000 millones de dólares desaparecerá en pocos meses y muchos estados están preocupados porque no tendrán los ingresos para compensar tales fondos.
La recaudación impositiva cayó más de un 10 por ciento o más en el año en cuatro estados: Montana, Oklahoma, Luisiana y Wyoming.
"Previo al 2009, ningún estado tenía caídas de ingresos tributarios anuales de esta magnitud desde el 2002", según el informe, que explicó que las caídas eran principalmente en impuestos a las ventas e ingresos individuales.
En el 2010, la recaudación de 11 estados se incrementó, comparado con sólo cinco del año anterior. El Censo dijo que no había una razón única para tales incrementos.
El total por impuestos a los ingresos individuales, la mayor fuente de recursos del Gobierno, fue de 236.400 millones de dólares en el año fiscal 2010, un 4,5 por ciento menos que en el 2009.
El tributo a las ventas se redujo un 1,9 por ciento y el impuesto a los ingresos de las corporaciones disminuyó un 6,6 por ciento, tras hundirse un 21 por ciento el año anterior.