SANTIAGO.- El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, destacó hoy la publicación en el Diario Oficial del reglamento que implementará (en 180 días) los créditos universales, tanto de consumo, como hipotecarios y para tarjetas de crédito.
"El reglamento establece que los oferentes de créditos (bancos, casas comerciales y cooperativas) van a tener la obligación de ofrecer un producto estándar, homogéneo en 3 tipos de créditos que son los más usados por los chilenos: de consumo, hipotecarios y el uso de tarjetas de crédito", dijo Larraín, añadiendo que "con esto estamos llegando a más de 10 millones de chilenos que son potenciales beneficiarios".
La iniciativa forma parte de la tercera reforma al mercado de capitales (MKIII), que entró a operar el 1 de octubre de 2010, pero, al no ser aprobada, se incluyó en la reforma al Mercado de Capitales del Bicentenario (MKB).
La supervisión de estos productos estará a cargo de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif), de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), mientras que la información y protección de los consumidores quedará en manos del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).
"Ésta es una medida que va en pro de la transparencia y de la competencia del mercado financiero, que va a facilitar que los consumidores puedan comparar entre productos que son homogéneos", indicó el secretario de estado.
"Hoy día, parte del problema que tenemos, es que los productos son todos distintos. Ahora va a haber un producto comparable en todas las instituciones financieras. Obviamente éstas son libres de ofrecer otras cosas adicionales, pero tendrán que tener estipulado el costo y el contrato base para este producto base", explicó Larraín.
Indicó que con este reglamento se evitan las llamadas "ventas atadas", porque "se estipula que se puede cobrar sólo por un determinado servicio financiero de crédito. Cualquier cobro extra debe explicitarse en forma aparte".
"Este reglamento es muy potente para estimular la competencia y llegar a 10 millones de potenciales beneficiarios de la clase media y de los sectores de bajos ingresos usuarios del mercado del crédito. Permite comparar e incluso cambiarse de una institución a otra buscando mejores condiciones", acotó el secretario de Estado.
Finalmente, sostuvo que el Gobierno "siempre está analizando qué otras cosas se pueden hacer. Estamos con una serie de ideas en carpeta. Espero que algunas vean sus frutos en medidas administrativas o proyectos de ley. Vamos a continuar en esta ruta".