BERLÍN.- Los grandes consorcios eléctricos que operan en Alemania registrarán fuertes pérdidas por el abandono anticipado de la energía nuclear que proyecta el Gobierno de la canciller Angela Merkel, según un estudio hecho público hoy por la organización ecologista Greenpeace.
Los grupos RWE, Eon, EnBW y Vattenfall perderían hasta 75.000 millones de euros si la desactivación de las plantas atómicas se realiza en 2015 como exige Greenpeace frente a la aún vigente prolongación de la vida de esas centrales hasta mediados de 2030.
En el caso de que el cierre de dichas plantas, con un total de 17 reactores atómicos en todo el país, se produzca en 2020 las pérdidas de los grandes grupos eléctricos se elevarían a unos 60.000 millones de euros.
El comunicado hecho público por la organización ecologista subraya que Greenpeace exige de la canciller federal un concepto energético con fechas claramente definidas para la desactivación de todas las centrales atómicas en Alemania y el abandono del sistema de contingentes de producción eléctrica.
"Greenpeace advierte contra los lamentos por la actual euforia ante el apagón nuclear. Los ejecutivos y ’lobyistas’ de los consorcios atómicos lucharán por cada año de prolongación de la vida de sus peligrosas pero rentables y anticuadas plantas nucleares,” escribe la organización.
Añade que en el caso de que se cierren definitivamente las siete plantas que actualmente se encuentran desactivadas de manera preventiva, así como la de Krümmel, clausurada provisionalmente por problemas técnicos, las pérdidas para los consorcios eléctricos con centrales nucleares se elevarían a 25.000 millones de euros.
Pese a todo y si los nueve reactores aún en funcionamiento continuaran su actividad hasta 2015, los grupos eléctricos seguirían teniendo unos beneficios de 50.000 millones de euros.
Greenpeace calcula que una central atómica en funcionamiento reporta a la compañía eléctrica que la gestiona un beneficio diario de 1 millón de euros, aunque un cálculo del Öko-Institut de 2009 considera que esa ganancia es mayor.
La organización denuncia además que los cuatro grandes consorcios eléctricos alemanes no han realizado prácticamente inversiones relevantes en los últimos años en energías renovables y que la parte de estas en su producción eléctrica alcanza solo el 0,5 por ciento del total.
Asimismo acusa a RWE, Eon, EnBW y Vattenfall de haber conseguido incrementar en los últimos años sus beneficios de manera drástica hasta cuadruplicarlos entre 2002 y 2009.