LISBOA.- La presión sobre la deuda de Portugal volvió a recrudecerse hoy hasta alcanzar valores récord desde la entrada en vigor del euro, en el día en que la Comisión Europea evalúa el rescate financiero al país luso.
Los títulos lusos con vencimiento a dos años se situaban a primera hora a un interés del 12,07% en el mercado secundario, diez puntos porcentuales más altos que el bono alemán de las mismas características.
A cinco años, la tasa de interés que penalizaba la deuda de Portugal alcanzaba un nuevo máximo histórico del 11,93%, por encima del 11,88% registrado ayer.
Para comprar títulos lusos a diez años, los inversores exigían hoy una rentabilidad del 9,69 por ciento, un nuevo máximo histórico desde la entrada en vigor del euro, en 1999, y ligeramente superior a la cotización del lunes.
Comparado con la deuda alemana a diez años, utilizada como valor de referencia, el diferencial ("spread") se situó en 656,7 puntos base.
Este nuevo incremento de la presión de los mercados sobre Portugal se produce en el mismo día en que Bruselas tiene previsto dar su aval político al programa de ayuda acordado con las autoridades lusas, y que implica una inyección de 78.000 millones de euros en los próximos tres años.
El compromiso debe ser aprobado definitivamente en la próxima reunión de los ministros de Economía de la Unión Europea (Ecofin), previsto para el 16 de mayo.
El continuo aumento de los intereses que penalizan la deuda lusa se detuvo la semana pasada, después de que el equipo enviado por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Lisboa para negociar el rescate hiciera públicas las condiciones de este préstamo, que implican la liberalización del mercado de trabajo, más privatizaciones y recortes en prestaciones, entre otras medidas.
Sin embargo, los rumores sobre la necesidad de reestructuración de la deuda griega y de que el país heleno podría plantearse su salida del Euro -hipótesis desmentida por Atenas- han vuelto a recrudecer los temores de los inversores en deuda pública, lo que ha provocado una nueva subida de los intereses.