SANTIAGO.- Al pensar en el mayor misterio de la famosa bebida Coca Cola, inmediatamente la respuesta es su fórmula, que tal vez sea el secreto comercial mejor guardado. Pero éste no es el único, ya que hay otra incógnita tanto o más antigua: Cuál es el verdadero origen de la afamada gaseosa.
Tradicionalmente se ha adjudicado la génesis de la bebida -que actualmente celebra sus 125 años- a un farmacéutico estadounidense. Sin embargo, un pequeño pueblo español, sostiene que inventaron un jarabe con un sospechoso parecido, la Nuez de Cola Coca.
Se trata de la localidad de Aielo de Malferit, la misma en la cual nació el popular cantante Nino Bravo, donde el brebaje -llamado originalmente Anís Celestial y etiquetado como jarabe de la Fábrica de Licores de Aielo, según narra la BBC en uno de sus artículos- aún es comercializado, destacando por tener un sabor parecido y el mismo color que la Coca Cola, ya que comparten varios ingredientes, como la nuez de Kola y las hojas de coca de Perú.
La historia cuenta que en 1880 tres amigos del pueblo, Bautista Aparici, Ricardo Sanz y Enrique Ortiz, crearon una destilería que surtiría a la Casa Real y que les valdría numerosas medallas de oro y distinciones internacionales. Incluso, participaron en un certamen de bebidas en Filadelfia, Estados Unidos, en 1885, un año antes del nacimiento oficial de la Coca Cola.
Un año después, un farmacéutico de Atlanta, John Pemberton, creó un brebaje medicinal con una mezcla de hojas de coca y semillas de cola. Al comienzo le llamaría Wine Coca (vino de coca), antes de que su contador le propusiera llamarle Coca Cola y de que se convirtiera en un fenómeno mundial.
Casi 70 años después, en 1953, Coca Cola expandió su negocio a España, pero se topó con que había una bebida de nombre parecido y con la misma base que, según las leyes españolas, impedían su comercialización para evitar confusiones: la Nuez de Cola Coca.
¿La solución?. La compañía estadounidense compró la patente, aunque la Nuez de Cola Coca se siguió produciendo pero con alcohol, mientras que la fábrica de licores de Aielo, una de las más antiguas de España, aún continúa su trabajo.