ESTRASBURGO.- El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró hoy que los 17 países del euro decidirán antes de fin de mes si desbloquean el desembolso del sexto tramo de ayuda a Grecia, que suma 8.000 millones de euros.
En una comparecencia en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Juncker indicó que para eso tienen que analizar la propuesta griega de las medidas que tomará "ahora y en el futuro próximo" basadas en las decisiones de la cumbre de la eurozona del 27 de octubre.
En esa cumbre se acordó el plan anticrisis de la eurozona, que incluye el segundo rescate a Grecia, que asciende a 130.000 millones de euros, y la condonación de la mitad de la deuda griega por parte de la banca, el apalancamiento del fondo temporal de rescate y la recapitalización de la banca sistémica.
Para que se pueda desbloquear el sexto tramo de ayuda, el nuevo Gobierno griego de unidad y los líderes de los principales partidos políticos deberán enviar a sus socios de la eurozona por escrito su compromiso con las medidas.
Juncker, quien también es primer ministro de Luxemburgo, expresó además su esperanza de que el Eurogrupo finalice hasta finales de mes la nueva configuración del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para elevar su capacidad de intervención a un billón de euros.
En concreto, en el Eurogrupo que se celebró el pasado día 7 quedó claro que los países no concluirán el refuerzo del FEEF hasta diciembre, a pesar de que se considera una necesidad urgente para atajar el riesgo de contagio de la crisis.
Los ministros de la eurozona no aprobarán las directrices para aumentar la capacidad del fondo de rescate hasta finales de mes, lo que retrasará su aplicación hasta diciembre.
Sobre la mesa sigue la opción de acudir a la inversión externa para reforzar el fondo de rescate, a pesar de que los países emergentes se mostraron reticentes a colaborar en la reciente cumbre del G20 en Cannes.
La idea consiste en crear un fondo de co-inversión para facilitar la financiación a países que hayan firmado un memorando de entendimiento y se hayan comprometido a cumplir ciertas condiciones.
Este fondo, al contar con el respaldo del FEEF o del Fondo Monetario Internacional y reducir así los riesgos ante posibles pérdidas, atraería la inversión externa en bonos soberanos en el mercado primario o secundario.
El segundo modelo consiste en garantizar un porcentaje de las pérdidas en las que podrían incurrir los inversores en deuda soberana de países expuestos a las presiones de los mercados.