Ministro de Economía alemán, Philipp Roesler.
EFE (Archivo).BERLÍN.- Alemania, la mayor economía de Europa, se mantendrá sólida el próximo año pese a un clima internacional más difícil y en medio de la profundización de la crisis de deuda de la zona euro, dijo el martes el ministro de Economía germano, mientras que un asesor gubernamental aseguró que el país evitará la recesión.
Aunque la mayoría de los economistas han reducido sus pronósticos para el próximo año en las últimas semanas y auguran una desaceleración durante el invierno boreal, con algunos que esperan una corta recesión, Alemania parece estar mejor que la mayoría de sus vecinos.
"Nuestra economía se ve muy robusta, incluso si el clima económico tanto a nivel internacional como europeo se hace más difícil", dijo el ministro de Economía, Philipp Roesler.
Roesler, que también es líder del partido Demócrata Libre, el socio menor de la coalición del Gobierno de la Canciller Ángela Merkel, planteó que el consumo interno, que representa el 53% del Producto Interno Bruto (PIB), está apoyando al crecimiento cada vez más.
"Nosotros estamos muy bien equipados para superar la esperada penumbra económica del invierno", agregó.
El declive en la demanda externa por bienes alemanes debido a una desaceleración internacional probablemente impacte al comercio, que es clave para una Alemania dependiente de las exportaciones.
Roesler presentará las nuevas estimaciones económicas del Gobierno en enero. Hasta ahora, el Ejecutivo prevé un crecimiento del 1,0% en el 2012 después de un 3,0% previsto para el 2011.
El pronóstico del 2012 habría quedado obsoleto, por lo que la mayoría de las predicciones de los economistas y la revista Focus han reportado que el Gobierno lo recortará.
Los comentarios de Roesler se sumaron a los de Wolfgang Franz, quien encabeza el panel de asesores económicos del Gobierno, cuya influencia es, sin embargo, limitada.
Franz sostuvo que esperaba una expansión del 0,5 por ciento el próximo año, la mitad de su predicción anterior.
"Pero no temo una recesión, menos una tan fuerte como la del 2009, cuando el PIB se contrajo cerca del 5 por ciento", afirmó Franz al Handelsblatt.