OVIEDO.- El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, realizó este sábado una cerrada defensa de las reformas que está aprobando su administración, entre ellas la del mercado laboral, porque las considera "justas y equitativas" y aseguró que renunciaría a su responsabilidad si no las pusiera en marcha.
En un acto celebrado en Oviedo para presentar a la candidata del gobernante Partido Popular (PP) para las elecciones regionales de Asturias del próximo 25 de marzo, Rajoy consideró plenamente válidos los objetivos con los que ganó por mayoría las elecciones del 20 de noviembre, los cuales eran lograr el crecimiento económico y crear empleo.
"Esa va a seguir siendo nuestra guía", garantizó Rajoy, antes de recordar que la creación de empleo aumenta el número de contribuyentes y, por tanto, ese dinero se reinvierte en salud, educación y pensiones.
El líder del Gobierno español reiteró además que todas las reformas que se están aprobando no van a surtir efecto "en media hora", pero sí van a fijar unos cimientos sólidos para la recuperación.
En su repaso a las reformas aprobadas, el Mandatario se detuvo en la del mercado laboral, un día después de la advertencia realizada por el Partido Socialista (PSOE) de recurrir ante el Tribunal Constitucional si no se modifica su contenido.
El pasado 10 de febrero el Gobierno español aprobó una reforma laboral con el objetivo de flexibilizar el mercado de trabajo y detener el desempleo en el país, el cual alcanza al 23% de la población activa.
La reforma también quiere lograr la contratación de jóvenes menores de 25 años, ya que, como recordó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, "uno de cada dos jóvenes que quieren trabajar no puede", en alusión a la tasa de desempleo juvenil del 48%.
Para reducir el desempleo, el Ejecutivo conservador abarató los despidos, al reducir la indemnización para trabajadores fijos que sean despedidos de forma improcedente desde los actuales 45 días por año trabajado a sólo 33, con un máximo de 24 mensualidades, en lugar de las 42 de ahora, lo cual generó la preocupación de los sindicatos y la oposición.