BERLÍN.- La Canciller alemana, Ángela Merkel, afirmó hoy que las "oportunidades" que abre la aprobación del segundo rescate a Grecia superan a los "riesgos" que conlleva, aunque reconoció que puede no ser la solución definitiva.
2Nadie puede dar una garantía de éxito del cien por cien", afirmó Merkel, quien considera que será un camino "largo" y "no exento de peligros" para la estabilización de la economía helena.
La jefa del Gobierno alemán hizo estas declaraciones en el Bundestag (parlamento federal), en el debate que precedió a la votación del legislativo para dar luz verde a la aportación alemana de 36.000 millones de euros al segundo rescate a Grecia, que asciende a un total de 130.000 millones de euros.
"La solidez, el crecimiento y la solidaridad son las bases de este nuevo paquete de rescate", afirmó Merkel de la nueva ayuda financiera para Grecia, que tiene como objetivo reducir la deuda pública helena hasta el 120% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020.
La Canciller agregó que su cargo lleva implícita la asunción de ciertos riesgos "pero no aventuras", y destacó que en el proceso de salida de la crisis se ha avanzado "un tramo enorme" en los últimos dos años.
De la solución de la crisis helena depende no sólo Grecia, argumentó Merkel, sino también Alemania, el resto de países rescatados, los periféricos con problemas de endeudamiento y el conjunto de la Unión Europa (UE).
Indicó que en Grecia queda mucho por hacer en términos de mejora de la competitividad económica, de perfeccionamiento del sistema de recaudación fiscal, de mejora de la eficiencia, y de dinamización y liberalización del mercado.
"Todos tienen que hacer su parte. En primer lugar, Grecia", subrayó Merkel.
En este sentido, anunció que Alemania va a "acelerar" sus contribuciones al mecanismo europeo de estabilización (MEDE), para que su aporte financiero de 22.000 millones de euros al "cortafuegos” esté totalmente dispone en dos años -para 2013- en lugar de en cinco, como estaba previsto inicialmente.
La canciller destacó los esfuerzos reformistas que están teniendo lugar en otros países de la eurozona, como Italia y España, sobre este último país subrayó la aprobación del "freno de la deuda" constitucional y la "exhaustiva" reforma del mercado laboral, que a su juicio supondrá un "impulso al crecimiento".