LISBOA.- El Gobierno portugués anunció hoy que la troika aprobó su gestión para cumplir con el programa de ajustes pactado a cambio de su rescate financiero, por lo que liberará un nuevo tramo de su ayuda, de 14.900 millones de euros.
En rueda de prensa, el ministro luso de Finanzas, Vítor Gaspar, destacó que Portugal está "en el buen camino" para alcanzar sus objetivos en los plazos marcados, y descartó de forma categórica la posibilidad de pedir cualquier tipo de modificación del acuerdo firmado en 2011 pese al empeoramiento de sus previsiones económicas.
Gaspar avanzó que el análisis trimestral realizado por los técnicos de la troika -formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, las entidades prestatarias del rescate- concluyó "con éxito" y respalda las acciones emprendidas por el Ejecutivo.
Durante su intervención, Gaspar explicó que las nuevas estimaciones del Gobierno calculan una retroceso de la economía para este año del 3,3 %, tres décimas peor que en sus anteriores cálculos y que coincide ahora con las últimas previsiones de la Comisión Europea.
El ministro luso rechazó que Portugal piense en modificar sus compromisos pese al desfavorable contexto económico, postura que justificó por la necesidad de dar señales de "credibilidad" ante la hipótesis de que el país necesite de un nuevo rescate por motivos externos.
Portugal debe reducir su déficit público en 2012 hasta el 4,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) en un contexto de fuerte crisis económica, con una recesión prevista para este año del 3,3 % y una tasa de paro que alcanzará el 14,5 %.
"Nuestros socios internacionales han manifestado repetidamente su disponibilidad para prestar el apoyo adicional necesario -a Portugal- si por condiciones que se escapan al control del país existieran dificultades para regresar al mercado,” recordó Gaspar.
El ministro luso añadió que en el caso de que exista esa "alteración de las condiciones” acordadas originalmente con la troika, ésta no se producirá a petición del Gobierno portugués.
En causa está la previsión de Portugal de volver a emitir deuda a largo plazo en el segundo semestre de 2013, un objetivo que analistas, agencias de calificación e inversores ponen en duda debido a los intereses insostenibles a los que cotizan este tipo de títulos en el mercado secundario, usado como valor de referencia.
El Ejecutivo luso, sin embargo, no desea plantear cualquier tipo de modificación en los acuerdos alcanzados con la troika, ya que pedir una revisión de sus metas y compromisos “no es compatible” con el aumento de la confianza y credibilidad que pretende conseguir entre los inversores, según Gaspar.