NUEVA YORK.- Los precios de los bonos del Tesoro estadounidense cayeron hoy al disminuir el temor a una desaceleración de la economía y la posibilidad de un nuevo estímulo por parte de la Reserva Federal (Fed), tras conocerse que el sector manufacturero del país creció en abril a su ritmo más rápido en 10 meses.
El índice de gerentes de compra (PMI) del Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) sobre el sector manufacturero estadounidense subió a 54,8 en el cuarto mes del año, frente al pronóstico del mercado de una lectura de 53,0 y al 53,4 registrado en marzo.
"El índice del ISM fue un notorio contraste con los datos en su mayoría más débiles que hemos visto el mes pasado o en los dos últimos meses, entonces las acciones subieron y se vio una tibia venta de bonos siguiendo esta cifra", dijo Eric Stein, vicepresidente y gerente de cartera de Eaton Vance Investment Managers en Boston.
Los rendimientos de referencia de los bonos se han movido en un rango entre 1,9 y 2,15%. Sin embargo con el informe de empleos de abril que se entregará este viernes, los inversores no dieron un giro en 180 grados. Los rendimientos de los bonos subieron, pero la recesión en la mayor parte de Europa y el alto desempleo que afecta a ese país impidieron un gran escape desde los bonos del Tesoro.
El inesperado repunte en la actividad fabril fue mitigado por datos del gobierno que reveleron una leve alza de 0,1% en el gasto de construcción en Estados Unidos en marzo.
Hubo un modesto repunte en la actividad antes de la última compra de bonos de la Fed como parte de su "Operación Twist". El Banco Central de Estados Unidos compró US$ 4.730 millones en bonos con vencimiento en mayo del 2020 y noviembre del 2021.
Los precios de los bonos comenzaron mayo en baja tras un buen desempeño en abril.
El índice de Barclays sobre los retornos totales de los bonos subió un 1,45% en abril, borrando las pérdidas del primer trimestre.
Esta recuperación de los bonos estuvo liderada por los papeles de largo plazo, que recobraron su atractivo debido a las preocupaciones por la situación fiscal de Europa y el menor crecimiento en Estados Unidos.