Además, su fabricación consume menos energía que los resortes de acero.
AudiNECKARSULM, Alemania.- Con la finalidad de reducir el peso de los vehículos y el consumo de combustible, el fabricante alemán Audi trabaja en la producción en serie de suspensiones con resortes de plástico reforzado.
El proyecto, que lidera el ingeniero Joachim Schmitt y SOGEFI, aspira a sustituir los convencionales tensores hechos en acero por otros con fibra de vidrio (FRP), cuyo diámetro del elemento que lo forma es mucho mayor, pero con menos espiras.
"Cada uno de los resortes de acero de la suspensión delantera de un Audi A4 pesa 2,66 kilos, mientras que el muelle de FRP pesa sólo 1,53", explicó Schmitt, quien sostiene que se logra una reducción superior al 40% y "soporta cargas muy severas".
Si se diseña con esta finalidad, un resorte hecho de plástico reforzado es capaz de absorber muy bien las cargas de torsión. Su núcleo consta de fibras de vidrio enlazadas en forma de hélice impregnadas con resina epoxi. Una máquina lo envuelve, de apenas unos pocos milímetros de diámetro, con hebras adicionales entrelazadas en ángulos alternos de 45° respecto al eje longitudinal.
La fase siguiente en la producción del "alambre" consiste en enrollar con este componente mientras el núcleo de aleación metálica con un bajo punto de fusión todavía está blando. Éste sería el negativo del resorte terminado.
Acto seguido, añade Schmitt, el material FRP se endurece en un horno a más de 100 grados, de forma que el núcleo metálico se derrita. Si bien es el proceso utilizado actualmente para fabricar prototipos, se proyecta que el proceso a gran escala sea a futuro mucho más rápido y eficiente, alcanzando el millón de resortes anuales.
Los nuevos tensores de FRP debutarán durante el segundo semestre del año, en el Audi R8 e-tron de propulsión eléctrica. Durante 2013, se introducirán paso a paso en modelos Audi de gran volumen, de tamaño medio y grande.
Actualmente se están llevando a cabo ensayos y ciclos de pruebas maratón en dispositivos especiales, cada uno de los cuales impone cargas en el resorte equivalente a 300 mil kilómetros.
Otra de sus ventajas, dice Schmitt, es que "es inmune a la corrosión, incluso si resulta golpeado por piedras que saltan de la carretera, y también resiste a productos químicos, como los que usados para la limpieza de ruedas".
Por último, la fabricación de resortes de FRP, según el ingeniero, "consume menos energía que la de los resortes de acero, y su utilización reduce el peso de un vehículo como el actual Audi A4 en unos cuatro kilos".