ATENAS.- El Gobierno griego ha solicitado a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI) un crédito puente de 3.100 millones de euros con el que cubrir los bonos que vencen en agosto y que están en manos del Banco Central Europeo (BCE).
Ese dinero sería a cuenta de una partida de 31.000 millones de euros, que es parte del paquete de rescate financiero de 130.000 millones, y que según Dimitris Kanelis, portavoz del Ministerio de Finanzas, se prevé que sea entregado a Grecia en septiembre.
En principio, esos 31.000 millones deberían desembolsarse también en agosto, aunque el Ministerio de Finanzas griego da ya por hecho que la entrega se retrasará a septiembre, lo que hace preciso la solicitud de ese crédito puente para poder amortizar el bono del BCE.
La aprobación del nuevo tramo de ayuda a Grecia depende de las conclusiones de los técnicos de la Unión Europea y del FMI, que llegarán a Atenas el día 26 de julio para evaluar el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por Atenas a cambio de la ayuda financiera.
La necesidad de este adelanto se produce justo cuando el Ejecutivo está negociando nuevos recortes para conseguir un ahorro de 11.600 millones de euros entre 2013 y 2014, un plan que, según los medios locales, se ha enfrentado a las reticencias de algunos ministros.
"Los ministros están cooperando, sólo les faltan los conocimientos técnicos y a eso les vamos a ayudar", declararon hoy al respecto a los medios fuentes del Ministerio de Finanzas.
Según publica hoy el diario To Vima, el primer ministro, el conservador Andonis Samarás, está muy insatisfecho con las reticencias mostradas en el seno del Gabinete sobre los nuevos recortes.
El diario Kathimerini ha publicado que Samarás remitió ayer una carta a sus ministros en la que los conminaba a pactar esos recortes para satisfacer las exigencias de los prestamistas internacionales del país y mostrar que Grecia cumple con sus compromisos.
Samarás se reunió hoy con el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, para ultimar este plan de recortes.
Tras el encuentro, altos cargos del Ministerio de Finanzas aseguraron que, aunque desde Bruselas se han solicitado recortes inmediatos, el Gobierno intentará evitar nuevas medidas de austeridad bajo el argumento de los objetivos de ahorro no se han cumplido debido a la recesión.
Esa postura fue defendida hoy abiertamente por Evangelos Venizelos, líder del partido socialdemócrata, uno de los tres que sustenta al Ejecutivo de coalición.
Venizelos consideró "poco probable" que se puedan aprobar recortes de 11.600 millones de euros, debido a que la recesión económica es más grave de los previsto.
Por ello, insistió en que es urgente que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional se avengan a ampliar el plazo dado a Grecia para reducir su déficit.