HONG KONG.- Diamantes y pedrería, y diseños exclusivos, forman parte de la oferta de la Feria de Relojes de Hong Kong, que se celebra estos días con un ojo puesto en el creciente apetito en China por los bienes de consumo de lujo.
Más de 700 expositores de todos los continentes participan en la 31 edición de esta feria, que ha atraído a miles de personas. En esta ocasión, a las casas de relojería tradicionales se les unen nuevas marcas y talleres chinos que quieren entrar con fuerza en este mercado.
La avidez cada vez mayor por el lujo en China ha convertido a los consumidores de este país en objetivo de las grandes marcas de joyería y relojería, que establecen acuerdos con empresas del gigante asiático para lanzar en el mercado local colecciones y marcas exclusivas.
Así, entre las piezas estrellas de esta edición de la feria figura un reloj con un sistema de carrusel (tourbillon) con 115 diamantes incrustados en su caja y 242 en la pulsera.
La marca Franck Muller llevaba, por su parte, a su escaparate ferial un reloj con más de 500 diamantes entre tres y seis quilates.
En esta ocasión más de 14 firmas exclusivas, en su mayoría europea y japonesas, forman parte del área más exclusiva de esta feria.
Pero además de las marcas consolidadas, las pequeñas firmas y aquellas que acaban de introducirse en el mercado ven en esta feria su gran oportunidad para promocionar sus productos a nivel mundial y, en especial al mercado asiático.
Según estimaciones de la Cámara de Comercio de Hong Kong (HKTDC por sus siglas en inglés), hasta su clausura mañana domingo, la feria acogerá a más de 70 misiones comerciales previstas que representan a más de 3.000 compradores venidos de 64 países.
La antigua colonia británica es el segundo exportador mundial de relojes por valor total, según los datos de la Cámara de Comercio.
Solo durante el primer semestre de este año Hong Kong exportó a Estados Unidos más de 5.000 millones de dólares en relojes, partes y componentes, un 13 por ciento más respecto al mismo periodo del año anterior.