El Mandatario estadounidense realizó hoy una inusual aparición en el programa ''Meet the Press'' de NBC para presionar a los legisladores.
AFPWASHINGTON.- Los esfuerzos por evitar que la economía de Estados Unidos caiga en el "abismo fiscal" se estancaron hoy, mientras los legisladores demócratas y republicanos siguen discutiendo cómo impedir que suban los impuestos para todos los estadounidenses en Año Nuevo.
Una hora antes del plazo que habían estimado para presentar un plan, líderes republicanos y demócratas del Congreso dijeron que aún no lograban un acuerdo que detenga las alzas automáticas de impuestos y recortes al gasto que podría lanzar a la economía del país a una recesión.
"Aún hay diferencias serias entre ambas partes", dijo el líder demócrata del Senado, Harry Reid.
Un punto pendiente parece ser una propuesta republicana presentada en la tarde del sábado, que desaceleraría el crecimiento de los beneficios de seguridad social para los jubilados en un esfuerzo por reducir el déficit de billones de dólares.
Muchos demócratas, incluido Reid, han dicho que la seguridad social no debe tocarse.
Con las negociaciones en un aparente punto muerto en el Capitolio, el líder republicano del Senado Mitch McConnell dijo que ahora intentaría elaborar un acuerdo con el vicepresidente Joe Biden.
"Estoy dispuesto a lograr esto, pero necesito un compañero de baile", dijo McConnell.
Cualquier acuerdo debe ser aprobado por ambas cámaras del Congreso antes de la medianoche del lunes. Incluso si ambas partes logran un acuerdo, las barreras de procedimiento en el Senado y la Cámara de Representantes podría dificultar una rápida aprobación.
Si los políticos no pueden lograr un acuerdo, entonces entrarán en vigencia el 1 de enero alzas de impuestos y recortes generalizados al gasto del Gobierno que sacarían unos 600.000 millones de dólares de la economía, haciendo subir el desempleo y frenando el gasto federal.
Otro punto de desacuerdo es el alza de impuestos a los ricos, un aumento que desea el Presidente Barack Obama, pero al que se oponen los republicanos, especialmente los conservadores de la Cámara de Representantes.
Los republicanos buscan equiparar cualquier aumento de impuestos con recortes al presupuesto de los programas de beneficios que se estima se volverán cada vez más caros a medida que la población envejecerá en las próximas décadas.
Pero su propuesta para desacelerar el crecimiento de los beneficios de Seguridad Social al cambiar la forma en que se miden contra la inflación encontró una dura resistencia de los demócratas. Obama incluyó la propuesta, conocida como "IPC encadenado", en un plan anterior, pero muchos demócratas continúan oponiéndose a ella.
"Píldora envenenada"
"La consideramos una píldora envenenada -ellos saben que no podemos aceptarla. Es un retroceso demasiado grande respecto a donde estábamos el viernes", dijo un asesor demócrata del Senado.
Obama realizó una inusual aparición en el programa "Meet the Press" de NBC para presionar a los legisladores para que alcancen un acuerdo.
Senadores que aparecieron en otros programas en la mañana del domingo expresaron su optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo.
El senador republicano Lindsey Graham reconoció que un acuerdo finalmente subirá los impuestos a los ricos, pero permitirá mantener bajas las tasas para el resto del país.
"El Presidente Obama va a conseguir los aumentos de tasas de impuesto. El Presidente ganó", escribió Graham en la red social Twitter, reiterando comentarios que había realizado previamente en "Fox News Sunday". El dijo en el programa que las opciones de un acuerdo bipartidista antes del plazo de Año Nuevo eran "extremadamente buenas".
Obama había ofrecido previamente un plan a los republicanos para aumentar los impuestos a las familias que ganan más de 250.000 dólares al año, y luego aumentó el umbral a 400.000 dólares al año.
Un asesor de la Casa Blanca dijo que el Presidente y su personal habían estado en contacto con líderes del Congreso durante el fin de semana.
Cualquier acuerdo en el Senado podría encontrar resistencia en la Cámara de Representantes de parte de republicanos conservadores.
En NBC, Obama advirtió sobre las consecuencias en los mercados financieros si ambas partes no logran un acuerdo.
"Si la gente comienza a ver el 1 de enero que este problema no se ha resuelto, que no tenemos el tipo de reducción del déficit que podríamos haber tenido si los republicanos hubiesen aceptado el acuerdo que les ofrecí (...) entonces, obviamente eso va tener una reacción adversa en los mercados", declaró.
Obama agregó que había ofrecido a los republicanos compromisos significativos que habían sido rechazados reiteradamente.
Él dijo que evitaría el alza de impuestos para la mayoría de los estadounidenses, incluso si las negociaciones fracasan.
"Si los republicanos deciden bloquearlo para que los impuestos a las familias de clase media suban el 1 de enero, entonces nosotros volveremos el 4 de enero con un nuevo Congreso y el primer proyecto de ley que presentaremos será para reducir los impuestos a las familias de clase media", sostuvo.
John Boehner, el presidente de la Cámara de Representantes, rechazó las acusaciones de Obama sobre que los republicanos no estaban abiertos a un acuerdo.
"Los comentarios del Presidente hoy son irónicos, ya que el tema recurrente de nuestras negociaciones fue su falta de voluntad para acceder a cualquier cosa que le exija hacer frente a su propio partido", dijo Boehner, quien ha tenido problemas para convencer a sus correligionarios republicanos para que apoyen sus propias propuestas, en un comunicado.