BERLÍN.- El poder adquisitivo de los más de veinte millones de jubilados alemanes cayó casi un 10 % en los últimos diez años, informa en su edición de este sábado el popular diario "Bild", que se remite a un estudio de la Universidad de Friburgo.
De acuerdo con esa información, pese al incremento de las pensiones aprobado en julio de 2012, el poder adquisitivo real de los 20,5 millones de jubilados del país bajó ese año un 0,4 %, en los ciudadanos del oeste, y un 0,3 %, en sus compatriotas del este.
Ello es efecto de la inflación y de las sucesivas congelaciones de las rentas en los años pasados, por lo que acumula una caída real del 9,2 % desde 2004.
El director del Instituto de Estudios Financieros de Friburgo, Bernd Raffelhüschen, apunta sin embargo a ese rotativo que tal caída es similar a la sufrida en los ingresos de la población laboralmente activa.
En ese caso, el efecto se deriva de la denominada progresión fría, que hace que los aumentos salariales anuales terminen engullidos por la inflación, sumada a un cambio de tarifa fiscal.
El Gobierno de Angela Merkel aprobó en 2012 un incremento de las jubilaciones del 2,26 %, en el este, y del 2,18 %, en el oeste, después de estar tres años prácticamente congeladas. Ya entre 2004 y 2006 las pensiones no tuvieron incremento por razones presupuestarias.
Con el desnivel a favor de los jubilados del antiguo territorio germano-oriental se pretende compensar gradualmente el desequilibrio persistente entre las pensiones de ambas partes del país.
Más de veinte años después de la reunificación (en 1990), las jubilaciones del este del país se sitúan aproximadamente en el 87 % de las que se perciben en el oeste.
La jubilación media en Alemania es de 1.049 euros en el caso de los hombres, mientras que la de las mujeres se sitúa en 525 euros, según cifras de 2011.