Una de las plantas de PSA Peugeot- Citröen, La Janais, en Chartres-de-Bretagne, en las afueras de Rennes, en Francia.
AFPPARÍS.- Wim Dries se encontraba el mes pasado con sus hijos en la piscina cuando escuchó que le anunciaban por altoparlantes un llamado urgente. Del otro lado de la línea estaba el responsable de la fábrica de Ford Motor Co. en Genk, Bélgica, quien dijo que estaba rodeado por trabajadores que se oponían a un plan de cierre de la planta.
"Un grupo de huelguistas lo tenía rodeado y había mucha tensión", dijo Dries, el alcalde de la ciudad, de 40 años. Luego de que Dries ofreciera enviar a la policía a la fábrica, "las cosas se calmaron" y los trabajadores permitieron que el administrador se fuera, dijo.
El conflicto laboral en Ford, que quiere cerrar otras dos fábricas europeas, es un ejemplo de la resistencia que enfrentan las empresas automotrices en su intento de contener las pérdidas en la región, que el máximo responsable ejecutivo de Fiat SpA, Sergio Marchionne, estima que sumaron unos 5.000 millones de euros (US$ 6.500 millones) el año pasado. Los ejecutivos del sector se reúnen hoy en Ginebra, en momentos en que enfrentan problemas para concretar el cierre de cinco plantas y 30.000 despidos anunciados en julio y que apuntan a restablecer la rentabilidad en la región.
PSA Peugeot Citroën se encuentra en medio de una batalla legal con un sindicato sobre los planes de cerrar una fábrica y eliminar 11.200 empleos. General Motor Co. enfrenta oposición sindical en una planta alemana que proyecta cerrar. Daimler AG sufrió el mes pasado una rebelión laboral como consecuencia de reducciones de costos en Mercedes, lo que derivó en un contrato de menor extensión para el máximo responsable ejecutivo.
Crecientes pérdidas
Si no se controlan los gastos, es probable que las pérdidas aumenten en momentos en que el mercado automotriz de la región se encamina a la sexta caída anual consecutiva. La utilización de la capacidad en Europa bajará este año a 63%, mientras que fue de 66% en 2012, pronostica la consultora LMC Automotive, lo que derivaría en mayores pérdidas debido a los costos fijos de mantener las fábricas.
Los cierres de plantas propuestos han causado indignación en los países en los que están previstos, lo cual destaca la brecha entre Europa, que tiene una tradición de estabilidad laboral, y los Estados Unidos, que reestructuró con rapidez su industria automotriz en el momento más álgido de la recesión.
"Se trata de temas políticos muy delicados, y es el sector donde los sindicatos están mejor organizados", dijo Juergen Pieper, un analista de Bankhaus Metzler en Frankfurt.
GM perdió US$ 1.800 millones en Europa el año pasado, lo que llevó sus pérdidas acumuladas en la región a US$ 18.000 millones desde 1999. Ford estima que en 2013 tendrá un déficit de US$ 2.000 millones en la región, más que los US$ 1.750 millones del año pasado. Peugeot, que en 2012 dio a conocer su primera pérdida operativa en tres años, y Renault SA tratan de eliminar casi el 20% de su personal en Francia.