Pascal Lamy dirá adiós a la jefatura de la OMC y será reemplazado con toda probabilidad por un latinoamericano.
EFECIUDAD DE MÉXICO.- La competencia entre México y Brasil por la dirección de la Organización Mundial de Comercio (OMC) opone también dos modelos comerciales: el azteca, que promueve total apertura, y el brasileño, más proteccionista, según analistas.
La inédita pugna entre latinoamericanos también refleja el contraste de las políticas económicas aplicadas en la región, señalaron observadores.
El candidato mexicano Herminio Blanco o el brasileño Roberto Azevedo apuestan a reemplazar, a partir de septiembre, al francés Pascal Lamy al frente de la entidad. Será la primera vez que el organismo quedará en manos de un representante de un país en desarrollo.
"Es un reconocimiento a las políticas recientes de América Latina, en cuanto a estabilidad económica, crecimiento, creación de empleo o reducción de la pobreza", explicó Juan Carlos Rivera, académico de Administración y Negocios del Tecnológico de Monterrey, una de las mayores universidades privadas de la región.
Además del perfil de los aspirantes, en la tercera y última ronda del proceso de selección, de la que debe salir por consenso el nombre del director antes del 31 de mayo, la competencia pondrá en relieve las diferencias entre las estrategias comerciales de la mayor economía latinoamericana, Brasil, y de la segunda, México.
Junto a Chile, México (112 millones de habitantes) es el país del mundo con más tratados comerciales internacionales. Hoy busca la reducción de sus costos laborales para competir con los grandes exportadores globales, como China, si bien su comercio sigue enfocado fundamentalmente a su poderoso vecino, Estados Unidos.
Blanco, ex ministro de Comercio mexicano, fue uno de los arquitectos de ese modelo aperturista. Destaca su labor como jefe negociador en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994, el primero que firmó EE.UU. con un país en desarrollo.
Brasil, en cambio, privilegia la demanda interna frente comercio exterior y ha sido cuestionado por medidas consideradas proteccionistas.
El gobierno brasileño asumió desde 2003, bajo la Presidencia de Luiz Inacio Lula da Silva, un papel clave en la OMC y esgrimió una tenaz defensa de los países en desarrollo frente a EE.UU. y Europa. Lidera con India al grupo de países emergentes dentro del G-20.
Azevedo, de 55 años, es el representante permanente de Brasil ante la OMC desde 2008.
"Para Azevedo, el riesgo es que lo asocien con las recientes políticas de proteccionismo del gobierno de Dilma Rousseff, si bien es probable que él no las pretenda implementar", señaló Rivera.
Desde el año pasado, el gobierno de Brasil ha beneficiado con estímulos tributarios o financiación a varios sectores clave, como el de los biocombustibles. Al mismo tiempo, ha incrementado los aranceles sobre 100 productos, una medida que, pese a ser compatible con las normas de la OMC, ha sido criticado por la Unión Europea.
Rodrigo Branco, economista jefe de Funcex, un privado centro de estudios brasileño sobre comercio exterior, expone en cambio que "durante los últimos años Brasil ha experimentado un crecimiento del 5% al 6% de sus intercambios comerciales".
"Aunque Brasil tiene aún un pequeño espacio en el comercio mundial, está abierto al comercio exterior y en el G-7 es visto como un socio importante", argumentó Branco.
Modernización de la OMC
Uno de los grandes retos del nuevo jefe de la OMC, cuyo período se extiende por cuatro años, será reactivar las negociaciones de la Ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial, en punto muerto desde hace años. Ello podría adelantarse durante la 9ª conferencia ministerial prevista para diciembre de 2013 en Bali.
Entre los principales motivos del bloqueo de la ronda de Doha, iniciada en 2011, está la oposición de los países emergentes a los subsidios agrícolas de Europa y EE.UU.
Pero otros expertos creen que el objetivo de la nueva dirección debe ser la modernización de la OMC, la entidad que se ocupa de regular el comercio internacional y que cuenta con un tribunal para dirimir los litigios comerciales entre sus 159 Estados miembros.