BRUSELAS.- El jefe de comercio de la Unión Europea recomendará castigar con impuestos las importaciones de miles de millones de euros de paneles solares procedentes de China, dijeron personas cercanas al asunto, estableciendo una barrera para proteger a los productores europeos aunque arriesgando a un enfado de Pekín.
El caso escenifica los equilibrios de Bruselas mientras Europa trata de protegerse frente a importaciones baratas de China, que a su vez es su segundo mayor socio comercial, para salir de la recesión.
Se espera que el comisario Karel de Gucht diga a sus socios de la UE el miércoles que Bruselas debería gravar las tarifas para protegerse de la producción china que se cuadruplicó entre 2009 y 2011 a niveles superiores a la demanda mundial.
"De Gucht está listo para seguir adelante", dijo una persona cercana a la toma de decisiones. "La Comisión tiene un caso muy sólido", dijo.
Los diplomáticos dijeron que tras la reunión del miércoles, se espera que los especialistas de los países de la UE lo acepten, lo que permitiría que el impuesto tenga efecto desde el 6 de junio.
Pero la decisión aún dejaría abierta la puerta a una solución negociada con Pekín antes de diciembre para evitar un impuesto que se podría extender hasta cinco años.
Estados Unidos gravó los productos solares el año pasado, aduciendo que la rápida expansión china en la industria había generado un exceso de oferta.
Alemania, Estados Unidos y China son los mayores mercados solares y las compañías compiten para ganar contratos mientras los países buscan limitar la contaminación y el calentamiento global.
Los impuestos iniciales de la UE a los paneles chinos probablemente se establezcan en un 30 por ciento y por encima, lo que haría a las exportaciones chinas mucho menos atractivas en Europa, dijo una persona implicada. La Comisión Europea rechazó realizar comentarios.