MADRID.- La inflación se situó en España en el 1,4 % en abril, la tasa más baja desde marzo de 2010, y, según el Gobierno, continuará su caída durante el año para acabar incluso por debajo del 1%.
En abril, el descenso de los precios de la electricidad y de los carburantes provocó la bajada de un punto en la inflación interanual, frente a la subida del 0,4% de la mensual.
Por su parte, la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- descendió cuatro décimas hasta el 1,9%, con lo que se sitúa por encima del índice general por primera vez desde octubre de 2009.
Los grupos que más influyeron en la bajada anual de la inflación fueron los de la vivienda, que subieron el 0,5%, casi cuatro puntos menos, debido a que este abril han bajado los precios de la electricidad, frente a la subida del mismo mes de 2012.
Lo mismo ha ocurrido en el caso del transporte, donde la tasa cayó el 0,7% anual, más de un punto que en marzo, por la bajada de los precios de carburantes y lubricantes, que subieron en abril de 2012.
En el caso del ocio y la cultura, la tasa se redujo casi dos puntos, hasta el 0,4%, por el descenso de los precios del viaje organizado y los servicios recreativos y deportivos.
El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha afirmado que el Gobierno prevé que los precios continúen moderándose durante el año para terminar el ejercicio "incluso" por debajo del 1%.
Ha destacado que el dato de abril está dentro de lo previsto por el Ejecutivo y ha añadido que se ha visto favorecido por la evolución de los productos energéticos y por la Semana Santa.
Jiménez Latorre ha asegurado que la prevista moderación de los precios y la "esperada" de los salarios mantendrá la ganancia de competitividad, que beneficiará las exportaciones y la inversión extranjera.
El presidente de la patronal, Juan Rosell, ha indicado que el hecho de que la inflación esté a la baja es un dato lógico si se analiza cómo está la demanda interna.
El sindicato CCOO ha criticado el alto nivel de inflación subyacente en una recesión, lo que, en su opinión, perjudica a los trabajadores que están pagando la crisis, además, con la pérdida de empleo y la reducción de sus salarios.
UGT ha celebrado la moderación de la inflación porque suaviza el coste de la crisis para los ciudadanos, pero ha advertido de que es "insostenible y inaceptable" que sigan los recortes laborales y sociales y la caída de los salarios.