PARÍS.- La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá el jueves en París con el presidente francés, Francois Hollande, para sostener conversaciones dirigidas a obtener nuevas ideas para fortalecer la zona euro de 17 países e impulsar la industria europea.
La reunión se produce un día después de que las autoridades europeas concedieron a Francia dos años más para cumplir con su objetivo de reducción del déficit y en momentos en que Berlín relaja su campaña por el rigor fiscal, que las voces críticas dicen que ha ayudado a la recesión en Europa.
Pero aunque París y Berlín están en desacuerdo sobre si la UE debería imponer aranceles a los paneles solares procedentes de China, ambos países insisten en que las relaciones entre las dos principales economías de la zona euro son buenas.
"Nuestras relaciones son muy regulares, muy normales y muy eficientes", dijo una fuente diplomática francesa antes de la reunión de un día entre el socialista francés y la conservadora alemana.
"Podemos comenzar desde posiciones diferentes, pero siempre lo resolvemos", añadió.
Preocupados por convertirse en el chivo expiatorio por la ralentización de la economía europea que ha llevado a protestas en el sur de Europa, los funcionarios alemanes han reducido el tono sobre la austeridad para hablar del equilibrio de la necesidad de los recortes y la necesidad de crear empleo.
En declaraciones en enero en el inicio de las celebraciones para conmemorar el 50 aniversario de un pacto de amistad entre las dos naciones que fueron rivales en la Segunda Guerra Mundial, Merkel y Hollande prometieron propuestas conjuntas de una mayor cooperación en la región, impulsando la competitividad y la creación de empleos para la próxima cumbre de la UE.
Por el momento hay pocos detalles sobre estos planes, y los funcionarios de ambos países han rebajado en privado las expectativas de cualquier iniciativa a gran escala ante unas elecciones generales en septiembre en Alemania, donde Merkel busca un nuevo mandato.
En las conversaciones del jueves en París, ambos mandatarios recibirán las recomendaciones de un grupo de empresarios de sus dos países para reforzar a las grandes empresas europeas capaces de competir en el comercio mundial con rivales de Estados Unidos y Asia.